El titular de la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano, José de Jesús Sánchez Romo, reconoció que la adquisición del predio aledaño a La Campana, fue una operación que se había iniciado desde hace varios años, siendo ahora que se combinaron factores para concretar la compra por esta administración de gobierno estatal.
Destacó el funcionario, que la compra, “más allá de las cuestiones financieras, que significa incrementar activos del gobierno estatal, contribuyen a mejorar calificaciones crediticias, lo que contribuirá a disminuir las tasas de interés, lo cual, redunda en una lograr mejoría en el flujo de capitales.
Precisó, “si bien es cierto que la compra representa un esfuerzo momentáneo fuerte, en el futuro inmediato, cuando baje la carga financiera, se verá que no fue gasto infructuoso, porque servirá para los ciudadanos y aunque podría parecer innecesario en este momento, había que tomar decisiones de tipo financiero”, resaltó.
Recordó que cuando Ignacio Peralta fue alcalde capitalino, formó parte del Consejo Ciudadano del Instituto de Planeación Municipal y estuvo enterado del interés por adquirir este predio, pero dado que el terreno comprado se ubica en Villa de Álvarez, no era fácil concretar la compra.
Ahora, el terreno se logró adquirir porque fue liberado por el INAH, lo cual no sucedía por haber dificultades legales, siendo que ahora “está limpio”, tanto de aspectos jurídicos y tiene la aprobación del INAH, dando paso a concretar el proyecto a construir, donde participará la dependencia y respetando los vestigios que se encuentren.
Dijo, “el trabajo a realizar, nos llevará a emprender un proyecto muy delicado y lento, siendo lo positivo que las circunstancias se dieron y corresponderá al sector financiero y jurídico emitir sus opiniones”, a la dependencia dijo Jesús Sánchez, correspondió vigilar el avalúo del predio de forma certificada.
Dio a conocer que se reunirá en breve con la alcaldesa de Villa de Álvarez, Yulenny Cortéz, para revisar el tema catastral, toda vez que está registrado un fraccionamiento al interior del terreno que no existe y se requiere de “limpiar” para dejar de forma exclusiva como parque arqueológico y ecológico, nada habitacional o comercial.