En Colima los casos de demanda presentados de un hombre hacia una mujer son tomados con poca importancia e incluso puestos a un lado ya que es difícil creer que una mujer pueda violentar a un hombre.
Hasta nuestra redacción llegó el caso de “Juan” (nos referiremos a él con este nombre ya que prefiere mantenerse anónimo), él tenía más de 14 años de casado al civil y fruto de ello nacieron dos hijos.
Narra con dificultad haber sufrido de violencia por parte de su pareja durante el matrimonio, le parece un tema difícil aún ya que la sociedad adjunta la violencia a los varones.
Tras años de gritos y discusiones frente a sus hijos, Juan asegura que lo que propició su divorcio fueron dos situaciones, la primera fue la confesión de su esposa de mantener una relación con su jefe, quien era casado y mayor a ella, al notificarle su intención de divorcio, la esposa pidió a Juan el 70% de su salario y cubrir el 70% de todos los gastos.
Juan asegura que el mantiene un ingreso menor al de ella y por muchos años él se encargó de trasladar a sus hijos a sus escuelas debido al horario de trabajo que tenía. Él trabajaba de lunes a viernes de 8 de la mañana a 3 de la tarde, además, se encargaba del aseo de la casa.
Al no acceder a la proposición que su esposa le pedía, lo amenazó con y me amenazo con contactar a personas con mucha influencia, una de ellas tiene el cargo de una diputación y la otra es su pareja (jefe de trabajo) quien también ha tenido ciertos cargos públicos.
La segunda situación que propició el divorcio fue el maltrato y nulos valores que su pareja inculcaba a sus hijos: “El pasado mes de junio fui como es de costumbre a recoger a mi esposa de su trabajo, ya tenía durmiendo algunos meses en el sillón, subió con mi hija y le empezó a gritar (siempre he permitido que la mama le llame la atención siempre cuando se porten mal pero cuando abusa de esa autoridad entro yo para decirle que no es la manera correcta, ella tendía mucho a golpear en la cabeza a mi hija o gritarles y decirles frases como “estas mensa, estas pendeja, por mencionar algunos).
Escuché que comenzó a gritarle a mi hija, le hable a mi hija que se bajara, ella bajó y me abrazo, se bajó la mamá y me empezó a gritar a mí también como era de costumbre.
Volteé y solo le dije “cuando te sientas mejor hablamos” y la seguí ignorando porque empezó a gritar, como no le hice caso se sentó y empuño su mano y me golpeo.
Al día siguiente le hablé y le dije que al finalizar la tarea con mi hija la llevaría a pasear, se molestó y me dijo que no. Llegué a casa y mi hijo me grito y me dijo: “Papá, tu hija se está portando MAL”, respiré y le dije “tu no me puedes gritar, ni puedes pegarle a tu hermana, tienes que darme la queja y yo hablare con tu hermana”, se molestó y me dijo tú no eres mi padre y me voy a ir de la casa, me puse en la puerta y le dije que es un menor y no puede salirse, me miro y me dijo: “Mi mamá ya me dijo como chingarte, te quitas de la puerta o le hablo a la policía y le digo que me quieres matar”.
Me quedé sin palabras, no podía creer que al hijo que amo me pudiera hacer eso, no supe que hacer, me quité de la puerta y se fue.
No sabía qué hacer, a quien acudir, lo único que hice fue tomar a mi hija e ir al Centro de Justica de la Mujer creyendo que me darían orientación y ayuda para mis hijos.”
Juan comenta que al llegar a dichas instalaciones no querían levantar una demanda debido a la incredulidad del caso, no concebían que una mujer gritara o pegara a un hombre
Señala que a ella le dieron toda la atención inmediata a los pocos minutos que ingresó al edificio salió un oficial pidiéndole desalojar su casa: “No tenía a donde ir, me hostigaron en mi trabajo, me hablaban para que fuera a firmar documentos.
Incluso la mamá de mis hijos tiene un expediente menor al mío es decir, como si ella fue la primera en llegar y levantar una demanda, mis derechos fueron violados en todo sus matices.”.
El mismo solicitó el divorcio al juzgado y mediante un abogado pidió una evaluación psicológica a mis hijos.
Hasta la fecha Juan no puede ver a sus hijos debido a que existe una orden de protección máxima, además ha sido acusado de ser un hombre violento y con nexos en el narcotráfico.
Comenta que las únicas pruebas que su esposa presentó son 3 personas que llevó al juzgado para apoyar su versión.