*XII Ciclo de cine “Sociedad y cultura en Asia: Una mirada desde el cine contemporáneo”, que se realiza en el marco del 30 aniversario de los estudios sobre la Cuenca del Pacífico en la Universidad de Colima.
Los estudios sobre la Guerra de Corea (1950) han sido escasos; de hecho, se conoce como “La guerra olvidada”, por haber transcurrido entre dos grandes guerras del siglo XX, como la segunda guerra mundial y la guerra de Vietnam, dijo el profesor Omar Alejandro Pérez Cruz al público asistente a la cuarta proyección del XII Ciclo de cine “Sociedad y cultura en Asia: Una mirada desde el cine contemporáneo”, que se realiza en el marco del 30 aniversario de los estudios sobre la Cuenca del Pacífico en la Universidad de Colima.
La película “Oda a mi padre” empieza en este escenario de guerra y nos va llevando a través de los distintos períodos históricos de Corea. Habla de la vida de Deok–Su, que siendo niño tuvo que decir adiós a su padre durante la evacuación de refugiados de Corea del Norte. Sus últimas palabras a su padre fueron la promesa de que siempre protegería a la familia. A medida que Dook–Su crece, este compromiso le lleva, en 1960, a trabajar en las minas de carbón en Alemania, e incluso a la selva de la guerra de Vietnam.
“‘Oda a mi padre’ es la historia de un hombre sencillo que logra reunir una fuerza sobrehumana para renunciar en varias ocasiones a su propia vida por el bien de su familia”, explicó el profesor investigador de la Facultad de Contabilidad y Administración Omar Alejandro Pérez Cruz.
Señaló que actualmente hay alrededor de siete millones de coreanos viviendo fuera de Corea y que los términos gyopo (교포) o dongpo (동포) en coreano, se utilizan para designar a personas de origen coreano que han vivido durante la mayor parte de sus vidas fuera de Corea.
“Especialistas en migración coreana están de acuerdo en afirmar que la dispersión de la población coreana en el mundo es un fenómeno diaspórico, porque sus características corresponden con la noción de diáspora, según criterios de comunicación entre el país de origen y la población asentada en los países de residencia. Al migrar, los coreanos eligen su país de residencia según redes migratorias ya existentes, se integran en el país receptor sin llegar a asimilarse, manteniendo su identidad étnica, y conservan relaciones de intercambio entre ellos y su país de origen”.
El director de Oda a mi padre, Jk Youn, agregó, muestra la historia totalitaria de un país, una historia que acaba erigiéndose en un colosal uppercut (gancho al mentón, en el argot del boxeo), pero al corazón y la emoción, ejemplificada en la cascada de lágrimas y sollozos desbordados que arremeten con saña al corazón frío y helado de la razón, doblando por completo la contención de las lágrimas de cualquier espectador. De este modo, la cinta alude a uno de los más elementales valores de la cultura asiática: dar honor a la familia.
Por último, Omar Alejandro Pérez Cruz comentó que, en Estados Unidos, en agosto de 2016, diversos hombres fueron entrevistados en una reunión de The Chosin Few en San Diego, California; hombres de entre 80 y 90 años acudieron de todas partes: California, Alabama, Wyoming y Texas, por nombrar algunos, para recordar la heroica evacuación de Hungnam, en el embalse de Chosin, en la actual Corea del norte, lugar donde comienza la historia de esta película.
Al término de esta cuarta proyección, la coordinadora del ciclo de cine, Martha Loaiza Becerra, invitó al público a conocer la siguiente película “Madre India”, que será reseñada por el profesor Fernando Alfonso Rivas Mira este miércoles 20 de marzo.
Los alumnos de la UdeC pueden descargar sus boletos para acreditar actividades culturales y conocer toda la cartelera en la página web https://portal.ucol.mx/cueicp2/ciclo-cine.htm. Mayor información con Ihovan Pineda al teléfono de oficina (312) 316 11 31, con la extensión 47811.