Desde hace varios años las plataformas de Pemex en el Golfo de México son acechadas por grupos dedicados al robo y tráfico de combustible, así como bandas de asaltantes.
De 2017 a la fecha se tienen contabilizados alrededor de 300 reportes de hidrocarburos en buques petroleros y de sustracción de material y equipo diverso de las plataformas de Petróleos Mexicanos.
Los huachicoleros en altamar interceptan los buques petroleros en agua mexicanas, los abordan, someten a la tripulación y ordeñan el barco con mangueras conectadas a su embarcación, de acuerdo con las autoridades navales.
Otra modalidad de robo es el trasiego de combustible entre buques en altamar, lo cual está prohibido en altamar, ya que se debe realizarse siempre en el muelle.
En el sexenio anterior, personal naval aseguró cuatro buques que traficaban combustible en altamar en los estados de Campeche, Tabasco y Veracruz.
Las autoridades navales tienen identificadas a las bandas delictivas que suben a las plataformas, asaltan al personal de Pemex y se llevan el material de la empresa.
De acuerdo con un informe de la Secretaria de Marina, las plataformas petroleras de la Sonda de Campeche con la mayor incidencia delictiva son Bolontiku, Kab, Kix, May, Sinan y Tsimin, las cuales abarcan 11 mil Kilómetros cuadrados de aguas profundas donde existen diversos yacimientos de hidrocarburos.
El complejo de Cantarell y la zona suroeste, entre los litorales de Campeche y Tabasco, reportan menor actividad delictiva.
Debido a esto, la Marina reforzó la vigilancia en el Golfo de México utilizado helicópteros tipo Panther, patrullas oceánicas e interceptoras, que realizan recorridos por aire y mar territorial para detectar a los grupos delictivos que operan esta región.