La relación entre la alimentación y la agresividad humana ha sido objeto de estudio durante décadas. Recientes investigaciones han arrojado luz sobre este tema, revelando que la dieta puede tener un impacto significativo en el comportamiento agresivo.
Según un estudio publicado en la revista “The Journal of Clinical Psychology” en 2018, los investigadores de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), encontraron que los individuos que consumían una dieta rica en grasas saturadas y azúcares refinados tenían un mayor riesgo de experimentar comportamientos agresivos.
El estudio, liderado por la Dra. Emily Miller, analizó los hábitos alimenticios y los niveles de agresividad de más de 1.000 participantes. Los resultados mostraron que los individuos que consumían una dieta más saludable, rica en frutas, verduras y granos integrales, tenían un menor riesgo de experimentar comportamientos agresivos.
Otro estudio publicado en la revista “Neuroscience and Biobehavioral Reviews” en 2019, encontró que la deficiencia de omega-3, un ácido graso esencial, puede estar relacionada con un mayor riesgo de agresividad y violencia. Los investigadores de la Universidad de Oxford, liderados por el Dr. Alexander Richardson, analizaron los niveles de omega-3 en la sangre de más de 100 participantes y encontraron que los individuos con niveles más bajos de omega-3 tenían un mayor riesgo de experimentar comportamientos agresivos.
Estos estudios sugieren que la alimentación puede tener un impacto significativo en la agresividad humana. Una dieta equilibrada y rica en nutrientes esenciales, como los omega-3, puede ayudar a reducir el riesgo de comportamientos agresivos.
También, el estudio publicado en la revista “Journal of Forensic Sciences” en 2018, llevado a cabo por el Dr. Stephen Schoenthaler, de la Universidad Estatal de California, encontró que los reos de alta peligrosidad que recibieron una dieta rica en nutrientes esenciales, como vitaminas y minerales, experimentaron una reducción significativa en su comportamiento agresivo.
El estudio, que involucró a 200 reos de alta peligrosidad, encontró que aquellos que recibieron la dieta enriquecida con nutrientes experimentaron una reducción del 34% en su comportamiento agresivo, en comparación con aquellos que recibieron la dieta estándar de la prisión.
Así pues, se puede concluir que, la relación entre la alimentación y la agresividad humana es un tema complejo que requiere más investigación. Sin embargo, los estudios actuales sugieren que una dieta saludable y equilibrada puede ser un factor importante en la reducción del riesgo de comportamientos agresivos. Con cariño Paty Mendoza. Informes 3121334989.