El trabajo docente es un acto de fe: Cimena Chao

*La experta de la Universidad Iberoamericana dictó la conferencia virtual “Paradigma Socioafectivo en la educación”, como parte de las Jornadas Académicas 2025 de la UdeC.

 

Cimena Chao Rebolledo, académica de la Universidad Iberoamericana, impartió la conferencia virtual “Paradigma Socioafectivo en la educación”, como parte de las Jornadas Académicas 2025 que realiza la Universidad de Colima. Durante su charla, Chao Rebolledo habló de la importancia de la educación emocional en el aula, para tener no sólo mejores profesionistas, sino mejores personas.

 

La conferencista dijo que desde hace unos 10 se comenzó de hablar de la educación emocional en el país, como una manera de insistir en que la educación no consiste en repetir lecciones, sino que tiene el propósito de generar autonomía para que las y los estudiantes puedan enfrentarse a un mundo complicado.

 

Explicó que “si bien la acogida se da a partir de nuestros padres y nuestras madres, también se puede hacer desde una educación que no se conforme con la alfabetización cognitiva, social, cultural y comportamental, sino que brinde relaciones que construyan autonomía y pensamiento crítico, que escuchemos sus voces al tiempo que ellos conversan, para construir una vida con sentido y responsabilidad ética”.

 

El término “acogida”, en el ámbito educativo, hace referencia a un conjunto de acciones, estrategias y programas diseñados para facilitar la integración, adaptación y bienvenida de estudiantes a un entorno escolar o educativo nuevo. La acogida se centra en proporcionar un ambiente inclusivo y cálido que ayude a las y los estudiantes, especialmente aquellos que ingresan por primera vez, a sentirse cómodos, respetados y apoyados desde el inicio de su experiencia académica.

 

La Nueva Escuela Mexicana promueve la construcción de una educación equitativa, incluyente y respetuosa de los derechos humanos, donde la “acogida” juega un papel clave para garantizar que ningún estudiante se quede atrás. Se busca que las escuelas sean espacios seguros y acogedores, en los que se respete la dignidad y diversidad de todos los estudiantes.

 

De acuerdo con Chao Rebolledo, el paradigma socio-afectivo en el contexto educativo se pueda abordar desde cuatro horizontes: humanismo, ética del cuidado, neurofisiología e inteligencia emocional.

 

En el primero de ellos “se busca aprender con propósito, es decir, empoderar a los estudiantes para que tomen decisiones informadas y trabajar el sentido de pertinencia; esto es, no sólo para la adquisición de conocimientos básicos, sino en sus aspiraciones más altas. Educar para una ciudadanía crítica, consiente y responsable, en lugar de una educación pasiva, basada en la reproducción mecánica o en la automatización cognitiva y comportamental”.

 

La ética del cuidado, “aprender con otro y lo otro, pretende generar ambientes de aprendizaje donde los estudiantes no sólo existen, sino también encuentran un lugar para hacer. Prevalece el respeto y cuidado por uno mismo y la otredad; en lugar de discriminar, excluir o mostrar indiferencia, buscar homogenizar”.

 

El tercer punto, neurofisiología: aprender con-ciencia, tiene como objetivo despertar la curiosidad. No es lo mismo el estrés positivo que surge de la curiosidad, que el estrés tóxico o distrés, el cual, al no considerar diversos aspectos del aprendizaje, puede generar confusión.

 

Según Chao Rebolledo, el proceso de aprendizaje, por sí mismo, es emocionante, pero a menudo los métodos pedagógicos lo convierten en algo estresante o aburrido. “Este es otro tipo de manifestación del estrés: cuando los cerebros se sienten abrumados o frustrados, tienden a ‘fugarse’, a desconectarse. Es importante recordar que todo nuevo aprendizaje implica un nivel de estrés, pero hay una gran diferencia entre el estrés que estimula la curiosidad y el estrés que paraliza, explicó.

 

Respecto a la inteligencia emocional, comentó que las emociones son el filtro de la percepción y la antesala al razonamiento y la toma de decisiones, “por lo que es importante preguntarse cómo me hace sentir lo que siento y regular mis emociones y el primer paso para regular es aceptarlas, aceptar que no siempre tengo el mismo estado de ánimo, pero también aceptar que necesito ayuda; los docentes deberíamos estar conscientes de que los estudiantes y colegas necesitan ayuda, y quizás yo no lo resuelva, pero sí saber de manera institucional que necesitamos construir estructuras que nos permitan brindar ayudar”.

 

Cimena Chao invitó a las y los profesores a reflexionar sobre el paradigma socio-afectivo, el cual busca educar para el futuro, aunque solo contamos con el presente para aprender. “El trabajo docente es, en muchos sentidos, un acto de fe, porque enseñamos sin ver de inmediato los frutos de nuestro esfuerzo. Por ello, es fundamental educar con y para la esperanza. Esto nos recuerda la importancia de enseñar a vivir de manera plena, construyendo significados que trasciendan más allá de lo académico, lo tecnológico y lo político”, señaló.

 

Finalmente, dijo que “las y los profesores tenemos la responsabilidad de acoger y acompañar a las y los estudiantes a navegar el mundo, asegurando que su humanidad florezca a pesar de lo complejo y lo complicado”.