Bruno Guedea y Luis Alejandro García, en Guitarromanía

*Guitarromanía, dijo Bruno Guedea, “es un festival muy enriquecedor en la formación de los nuevos guitarristas, pero también significa un espacio para que el público de Colima pueda ir a conciertos del más alto calibre internacional”.

 

Como parte de las actividades de 18º Festival Internacional Guitarromanía, este jueves se realizó el concierto de Bruno Guedea de México y Luis Alejandro García de España en el Teatro Hidalgo, donde ambos artistas ofrecieron un recorrido por el repertorio guitarrístico de diversas partes del mundo, incluyendo compositores brasileños, alemanes, argentinos y españoles, entre otras nacionalidades.

 

El primero en subir al escenario fue el joven guitarrista colimense Bruno Guedea, quien interpretó el “Prelude Presto”, de J. S. Bach, la pieza “Les Soirées d’ Auteuil”, del compositor Napoleón Coste y posteriormente los “Preludios” III y IV de Heitor Villa-Lobos, para continuar con “Toccata y lamento, a la memoria de Villa-Lobos”, del compositor Roberto Sierra.

 

En la recta final de su participación, Bruno Guedea interpretó las obras “Invierno Porteño”, de Astor Piazzolla; “El último café juntos”, de Simone Iannarelli y “Ultimo día”, de su propia autoría.

 

Por su parte, el guitarrista español Luis Alejandro García interpretó cinco movimientos de la Suite “Platero y yo”, del compositor Eduardo Sainz de la Maza y finalmente “Rossiniana” Nº 1 op. 119, del compositor italiano Mauro Giuliani.

 

En su intervención al micrófono, el guitarrista español Luis Alejandro agradeció a la organización del festival y particularmente a Simone Iannarelli porque, dijo, lo han hecho sentir como en casa.

 

Al hablar del repertorio seleccionado para esta velada y particularmente de la Suite “Platero y yo”, dijo que se trata una pieza que, al igual que la obra literaria en la cual se inspira, “busca ser sencilla, pero es de una gran profundidad a nivel armónico. Se trata de una obra muy colorista con influencias del impresionismo y tiene ese característico tono español”.

 

En entrevista, Bruno Guedea Fonseca señaló que su pasión por el instrumento de cuerdas inició a los seis años, motivado inicialmente por su padre, el escritor colimense Rogelio Guedea. “Sin pretensiones de que yo me dedicara a esto profesionalmente, mi padre me motivó, asegurándome que la guitarra sería una acompañante para toda mi vida. Después de ese primer paso, mi segunda etapa formativa inició a los 16 años en el IUBA, bajo la guía del maestro Simone Iannarelli”.

 

Añadió que su paso por el IUBA fue determinante para tomar en serio la guitarra y querer dedicarse profesionalmente a ello, porque además de la guía cercana del maestro Iannarelli, dijo, los demás docentes y materias lo acercaron a nuevas áreas musicales que ni siquiera había contemplado.

 

“Yo solo conocía la guitarra. En este sentido, en el IUBA adquirí conocimientos de solfeo, armonía e incluso de aspectos corales. En ese entonces no entendía por qué tenía que estudiar canto, pero actualmente se ha vuelto algo importante para una comprensión más completa como intérprete de guitarra”.

 

Posteriormente, agregó, su formación de nivel licenciatura continuó en la “New Zealand School of Music”, una institución donde amplió sus perspectivas y pudo conocer un gran número de posibilidades a las cuáles podía dirigir su carrera en la música. “Conocer a estos maestros tan especializados y toda esa música de cámara, así como un público distinto, fueron experiencias que me engancharon y me hicieron darme cuenta que de verdad quiero dedicarme a esto”.

 

Sobre el repertorio de esa noche, Bruno Guedea comentó que su idea fue seleccionar obras tonales, agradables al oído del espectador y crear con el público una atmósfera de regreso al hogar y sensaciones de paz. “Lo que yo más disfruto es estar en el escenario y sentir una conexión con el público, al mismo tiempo que una conexión con mi guitarra. Escogí las obras que me hacen conectarme emocionalmente con el público, porque yo sé que si me siento apasionado con lo que estoy tocando, el público también lo va a sentir”.

 

Al hablar particularmente sobre “Guitarromanía”, aseguró que se trata de un festival sumamente importante no sólo para Colima, sino para la guitarra en México, y el trabajo que realiza año con año en su organización el maestro Simone Iannarelli “es admirable: traer a artistas de alto calibre internacional abre la visión de los estudiantes del IUBA para que conozcan lo que se está haciendo en otras partes del mundo”.

 

“Eso, por ejemplo, tuvo un gran impacto en mí cuando participé en el festival del 2019, tomando las clases magistrales, asistiendo a los conciertos y en el concurso de jóvenes intérpretes, donde gané el segundo lugar”, destacó.

 

Finalmente, señaló que “este evento es muy enriquecedor en la formación de los nuevos guitarristas, pero también significa un espacio para que el público de Colima pueda ir a conciertos del más alto calibre internacional”.

 

Por último, agradeció al maestro Simone Iannarelli “por la invitación a participar en el festival, pero también un agradecimiento a todos los docentes del IUBA que fueron pilares en mi formación. Sin esa estancia en el IUBA, yo no estaría aquí esta noche”.