Estelares la agrupación argentina, regresa a México en agosto para presentar su nuevo álbum titulado: “Un mar de soles rojos” y dar shows en Monterrey y la CDMX

 

Una de las bandas más influyentes de rock alternativo en Argentina, con más de 30 años de trayectoria y nueve discos de estudio, vuelve a nuestro país. La primera ciudad que los recibirá será Monterrey el 1 de agosto, dónde se presentarán en el famoso bar “Nandas”. Posteriormente llegarán a la CDMX el 03 de agosto, para dar su show por vez primera en el Lunario del Auditorio Nacional donde prometen ofrecer una noche llena de magia y melancolía.

“Es una gran alegría hacer nuestro primer Lunario, nos inspira y nos enorgullece luego de varias visitas a México, país con tanta cultura y voluntad musical, con tanto talento histórico y con la amabilidad del público para con la canción iberoamericana, que es lo que hacemos” comentó Manuel Moretti, vocalista de la banda.

Para comprender el universo musical de Estelares es imprescindible mirar hacia atrás y dar cuenta de aquellas canciones y artistas que los han nutrido.

En esta ocasión con su nuevo sencillo le rinden un sentido homenaje a Roberto Carlos con:

“El gato que está triste y azul”, una balada muy escuchada en su infancia y muy querida por Manuel Moretti que hoy renace con esta versión que sin dudas se perfila para introducirse como un nuevo clásico dentro de los shows de la banda.

 

“UN MAR DE SOLES ROJOS”

Estelares presenta su noveno trabajo de estudio, un disco con once canciones, once historias atravesadas en algunos casos por las inquietudes y las inseguridades mismas del aislamiento como así también por las ansiedades y deseos urgentes que de alguna manera los sostuvieron y defendieron de las imposibilidades pandémicas. Mezclado por Martín Pomares en Big Foot. masterizado por Eduardo Pereyra en Mamma’s House y producido por Germán Wiedemer. El disco cuenta además con la participación de la banda mexicana Enjambre en el tema “Encantan”.

Durante el proceso de creación del álbum, Estelares recuerda: “no podíamos dormir, Íbamos por los instrumentos por las noches para espantar a los fantasmas, pero fue inútil, los temas más acuciantes no dejaban de golpearnos a la puerta. Escribimos sobre el miedo, sobre la paternidad, sobre el futuro incierto, sobre la desesperación, sobre la esperanza. Eso es “Un Mar De Soles Rojos”, almas revueltas en aguas hirvientes”.