Entrega Griselda Martínez, certificados a la Segunda Generación de Técnicos profesionales en Seguridad

+Se graduaron 45 cadetes, mujeres y hombres comprometidos con Manzanillo. “El corazón siempre ardiendo y la cabeza siempre fría”, les recomendó la alcaldesa.

 

La presidenta de Manzanillo, Griselda Martínez encabezó la ceremonia de graduación de la Segunda Generación de Policías Preventivos Municipales, quienes cursaron la formación inicial de Técnico Superior Universitario (TSU) en Seguridad Pública, conocimientos impartidos por el Instituto Estatal de Estudios Superiores en Seguridad y Profesionalización Policial del Estado de Michoacán.

 

En esta ocasión, fueron 45 cadetes, hombres y mujeres que pasaron satisfactoriamente las asignaturas teóricas y prácticas, que consistieron en 972 horas efectivas, y quienes por 3 meses más tendrán formación en campo para sumar un total de 2 mil 580 horas de estudios y entrenamiento.

 

Esta ceremonia, además de la presidenta municipal, Griselda Martínez, estuvo encabezada por la directora general Instituto Estatal de Estudios Superiores en Seguridad y Profesionalización Policial del Estado de Michoacán, Maribel Julissa Suárez Bucio; el director general de Seguridad Pública y Policía Vial, Fernando Winfield Torres; el subsecretario de Seguridad Pública del Estado de Colima, José Manuel Satarín Lizárraga; la secretaria del Ayuntamiento, Martha Zepeda y el Tesorero municipal, Lalo Camarena Berra.

 

Con la frase “con el corazón siempre ardiendo y la cabeza siempre fría”, la presidenta de Manzanillo, Griselda Martínez les dirigió un mensaje a las y los cadetes graduados, “tienen una tarea bastante grande, Manzanillo requiere no sólo de una fuerza policial instruida sino también comprometía con el servicio a la ciudadanía, pues la seguridad no sólo es un derecho humano sino Constitucional”.

 

La alcaldesa, insistió en que en todo el país, hay inseguridad, la cual nació por la colusión de gobiernos corruptos con el crimen organizado, que desde años atrás, permitieron que pasara en todo el territorio nacional.

 

Aseguró que, no obstante, se puede revertir esa situación moralizando y llenando de principios a todas las instituciones del país, “los invitó que nunca se les olvide que su actuación debe ser motivada en la honestidad, en la congruencia, en el respeto a los derechos humanos y a la libertad”.

 

Griselda Martínez agregó que, cada una de las y los graduados, son orgullo de sus familias y también del Ayuntamiento de Manzanillo, “salgan, represéntenos y sean el buen ejemplo para sus hijos, padres, abuelos, hermanos. Que nunca se diga que fallaron, que la gente los vea con respeto”.

 

Indicó que es urgente regresar la paz al municipio y al país entero, “y en lo que nos toca en este pedazo de territorio, es tener una policía preparada confiable y que su actuación esté basada en los principios para procurar confianza y felicidad en el pueblo”.

 

En su mensaje, la directora general Instituto Estatal de Estudios Superiores en Seguridad y Profesionalización Policial del Estado de Michoacán, Maribel Julissa Suárez Bucio, expresó su agradecimiento por hacer, de la institución que representa, parte de una nueva y mejor policía en Manzanillo, “honremos a estas mujeres y hombres que han decidido proteger al municipio. No es un logro ordinario y no es sólo un curso concluido; es un compromiso de su valentía por ser defensores de la seguridad”.

 

Mencionó que, a través de la profesionalización, se cultiva el aspecto humano, lo cual no se mide por habilidades tácticas, sino se fortalece la empatía y el respeto a la población, “ustedes son guardianes de la paz, modelos de integridad y esperanza en momentos de crisis. Este papel requiere sacrificios compasión y comprensión; les insto a no perder el valor de la humanidad; en cada uniforme hay un corazón que late, sean el faro de luz en todo momento”.

 

Previo a la entrega los certificados que acreditan a 45 cadetes como Técnico Superior Universitario (TSU) en Seguridad Pública, se presentó un video que captó cada momento de tal profesionalización, desde las tareas propias del aula, los entrenamientos para mejorar la condición física, la dramatización en casos de emergencias, las pruebas de tiro y hasta las clases para incluir en sus conocimientos la lengua de señas mexicana para los casos en que se requiera.