El vicepresidente de Transformación Digital del Tec de Monterrey, vaticinó que la educación será más accesible y universal, tendrá mejor nivel de productividad y costes de producción más bajos, entre otras características.
Como parte de la Cátedra Permanente de Futuros de Educación Superior, Carles Abarca, vicepresidente de Transformación Digital del Tec de Monterrey, expuso el tema “Trasformación digital para la educación superior”, para hablar de cómo las tecnologías están cambiando la educación superior y el mundo en general.
Durante su charla, el directivo universitario dio un repaso a las tecnologías que ya existen en las universidades y que están cambiando la formas en que se aprende y enseña, hasta llegar a las que quizá están menos maduras en términos de uso, “pero que cuentan con un potencial de transformación, innovación y de cambio radical en las formas de relacionarse”.
En este sentido, expuso los seis grupos de tecnología que tienen más impacto en el mundo de la educación: Tecnologías de Aprendizaje en Línea (MOOC, Canvas), Analítica de aprendizaje (Learning Analiytic Dashboard, Khan Acadmy), Plataformas de colaboración, Realidad virtual y aumentada, Credencialización y propiedad intelectual y la Inteligencia Artificial (IA).
Del primer grupo mencionó los cursos y aprendizaje en línea a través de plataformas con diversos contenidos que ofrecen recursos educativos, foros de discusión, herramientas de evaluación y cursos masivos abiertos en línea.
Sobre la analítica del aprendizaje dijo que ofrece soluciones comerciales y otras que se pueden construir desde las propias universidades; “en el caso del Tec de Monterrey, se trabaja con desarrollos propios que dan a los educadores un nivel de conocimiento a detalle de cómo progresan sus estudiantes, y les da la oportunidad de mejorar su trabajo diseñando estrategias de aprendizaje adaptadas a su ritmo y preferencias”.
Mencionó que en el futuro de la educación superior, como pasa en otros sectores, “irrumpe una fuente de datos digitales que pasa por la hiper personalización y el diseño de experiencias individualizadas, así como el seguimiento de cada persona para ver cómo se adapta al contenido del programa”.
Un tercer grupo son las plataformas de colaboración, que definió como “herramientas que transforman las formas de trabajo en la sociedad, particularmente en la relación entre profesores, estudiantes y aprendizaje; por medio de su evolución, se han naturalizado aspectos que en 2020 no se tenían y ahora evolucionan a un ritmo acelerado”.
Reconoció que la incorporación de IA a estas formas de colaboración “permitirá un alcance y potencial que aún no se percibe, por lo que se debe prestar atención en el sector educativo para aprovechar esta velocidad de desarrollo”. Además, mencionó la necesidad de repensar los modelos de colaboración en línea, “pues las posibilidades son mucho mayores a las que se utilizan en este momento”.
El cuarto grupo del que habló es la realidad virtual o aumentada, “que tendrá un poder de transformación enorme y que hoy en día cuenta con algunos obstáculos de adopción, como el precio de los dispositivos o su falta de madurez tecnológica”.
El quinto es la credencialización electrónica “como tendencia imparable”. Dijo que el Tec de Monterrey “se encuentra en proceso de convertir esta tecnología en el núcleo de su actividad, para que toda la gestión dependa absolutamente de ella, desde las inscripciones hasta el seguimiento académico de estudiantes”. En este ámbito, dijo que las universidades tienen la oportunidad de establecer estándares y ofrecerles a los estudiantes “el confort de eliminar la complejidad en asuntos académicos”.
El último grupo, dijo, es el de la Inteligencia Artificial, que de acuerdo con él va a cambiar el mundo, pues se vislumbra como una auténtica revolución tecnológica desde cuatro perspectivas. La primera de ellas tiene que ver con los puestos de trabajo, que ella va a reemplazar, “lo que puede cambiar el curso de la historia, pues todas las tecnologías han reemplazado alguna habilidad humana, pero en el caso de la IA se trata de una tecnología capaz de dominar el protocolo base de la inteligencia humana, que es el lenguaje”.
La segunda perspectiva se relaciona con la frecuencia que se aborda el tema de la IA en la internet, en foros, plataformas y redes sociales. La tercera es la gran cantidad de dinero que se invierte mundialmente en este tipo de inteligencia; en 2023 la industria habrá invertido 250 billones de dólares americanos y, para el 2030 se estima un mercado de 1.8 trillones de dólares, “cifras que no se han visto en ninguna revolución tecnológica anterior”.
El cuarto y último elemento que mencionó es el chatGPT, del cual destacó el corto tiempo que le llevó alcanzar un millón de usuarios (cinco días). Por lo anterior, señaló que se trata de “una revolución de dimensiones no vistas en la educación y el mundo en general” y que, desde su punto de vista, “los sectores más impactados serán el de la salud, el transporte (conducción autónoma total), cambio climático (generación de energía limpia), la exploración espacial, el mundo laboral y sobre todo el mundo de la educación.
En cuanto a la educación superior, dijo que las tecnologías han modificado la forma de enseñar debido a la personalización ilimitada, pues la preparación de cursos y contenidos asistidos por IA permitirá a los profesores mayor productividad.
Otro beneficio, dijo para finalizar, “es que la educación será más accesible y universal, tendrá mejor nivel de productividad, costes de producción más bajos y habrá tutores artificiales que acompañen al estudiante en su proceso de aprendizaje, además de experiencias educativas inmersivas desarrolladas de manera íntegra por modelos de IA”.