La paz se muere cuando ingresa al currículo: investigación de G. Nashiki

Su investigación reportó que a los universitarios les preocupa que la violencia que azota al estado invada la UdeC.

 

 

Para Antonio Gómez Nashiki, académico de la Universidad de Colima, una forma de contribuir a la cultura de paz, desde la academia, es investigar la violencia buscando a la vez soluciones y alternativas.

 

En una investigación suya, que realizó sobre la percepción de la cultura de paz a profesores de educación básica, comentó que ellos y ellas le dijeron que “la paz se muere cuando ingresa al currículo y se ve como materia, pues se le quita la parte vivencial”.

 

Gómez Nashiki dictó la conferencia “Pensar la cultura de paz en la UdeC”, en el marco de las actividades de Altexto 2023.

 

Su investigación, dijo, le permitió entender que las concepciones de paz obedecen a un contexto específico; “no es lo mismo preguntar sobre percepción de paz en la parte norte del país que en el centro o el sur”. Para este trabajo, partió de la hipótesis de que las áreas de ciencias duras como las Matemáticas, Arquitectura o Ingeniería no tienen afinidad con las aportaciones en este tema.

 

Sin embargo, continuó, “no fue así, ya que los entrevistados presentaron varias propuestas interesantes sobre percepciones, convivencia, preocupaciones y resolución de conflictos”. La definición de paz, comentó, se refiere a temas de igualdad, a resolución de conflictos, libertad de expresión, derechos humanos, entre otros, que parten del vivir con respeto como denominador común.

 

En esta investigación, especificó, “el común denominador fue que estudiantes y profesores dijeron que la cultura de paz se da por sentada, ya que todo mundo cree que sabe convivir y resolver problemas, pero esto no es verdad”.

 

Otro aspecto importante, resaltó Antonio Gómez Nashiki, es que los universitarios abogan para que la institución sea un espacio de seguridad y protección, “les preocupa que la violencia que azota el estado colimense invada la Universidad”.

 

Las y los universitarios, prosiguió, “manifestaron que además de una convivencia pacífica es importante conocer si en la institución existen canales que abonen a una cultura de paz, así como su funcionamiento, ya que éstos reconocen tener espacios y canales, pero no conocen su total funcionamiento; por otro lado, las mujeres rechazaron las actitudes de acoso, haciendo además señalamientos de racismo”.

 

Por último, Antonio Gómez señaló dos propuestas para transmitir la cultura de paz: la creación de espacios de diálogo no formales, con temas libres y centrales para encontrar soluciones ante la violencia, el narcotráfico y el acoso, entre otros, y la segunda es proponer alternativas para dar solución a los problemas.