“Cuando se busque cambiar hábitos de alimentación, uno debe preguntarse por qué y para qué; si es por estética está bien, pero también debe verse como una medida para mejorar la salud y prevenir enfermedades, se debe de tener un compromiso”, añadió el profesor-investigador.
Jaime Alberto Bricio Barrios, profesor-investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colima, habló en entrevista sobre cómo recuperar los buenos hábitos alimenticios y la importancia de fijarse metas y compromisos para lograr los objetivos; “el principio para mantener hábitos saludables es tener claridad en las metas; a veces estas metas o motivaciones son extrínsecas; es decir, lo hago para que me reconozcan, para gustar o ser aceptado en un grupo y, justo cuando esa motivación no es interna, hay más probabilidad de que se llegue a fallar”, comentó.
Es importante, continuó, “que cuando se busque cambiar los hábitos de alimentación, uno se pregunte por qué y para qué; si es por estética está bien, pero debe verse como una medida para mejorar la salud, prevenir enfermedades y mantenerse activo, se debe de tener un compromiso”. En este sentido, agregó, “debemos ver si estamos preparados para trabajar con esto, pues el trabajo más fuerte es el personal”. Por lo tanto, recomendó también trabajar la parte psicológica junto con la nutrición.
Para retomar los buenos hábitos de alimentación después de la temporada navideña, dijo que es importante tener una organización real respecto a lo que se comerá: “por ejemplo, si decidimos comer ensalada todos los días, debemos considerar nuestros horarios de trabajo y de actividades y comprar sólo lo necesario de alimentos para no terminar después abandonándolos; además, no hay que penalizar a la comida, se vale un postre, pero con moderación”.
Enfatizó que la alimentación es compleja porque toma en cuenta la cultura, el estado de ánimo, la forma de relacionarse con los demás, etcétera: “Si se considera esto hay más posibilidad de que los pacientes logren sus objetivos no sólo a corto plazo, sino que se consoliden como parte de su forma de alimentación; por ello, los nutriólogos deben ser también flexibles en este proceso”.
Asimismo, aconsejó mantener control financiero, comprar la despensa con una lista de lo necesario y en cantidades necesarias, así como analizar el estado y la interacción que se tiene: “Por ejemplo, si en las tardes sabemos que nos dan ansiedad y ganas de comer y que habrá tentaciones, es recomendable tener fruta para calmar esa ansiedad”. También aconsejó entender que éste es un proceso, que habrá recaídas, frustración y comentarios positivos y negativos.
Habló también sobre el próximo dos de febrero, Día de la Candelaria y de la tradición de los tamales. Aquí recomendó “comerse los tamales sin culpa y disfrutar la tradición; en caso de tener alguna enfermedad como diabetes, hipertensión u otra, moderarse, desayunar y comer algo ligero como ensalada o agua de jamaica, ya que ésta última tiene propiedades antioxidantes que ayudarán a balancear la cantidad de grasa que se consumirá”.
Por último, recomendó acercarse a profesionales de la nutrición: “Hay opciones y algunas a bajo costo o gratuitas, como en el DIF Estatal o la UdeC a través del Centro Universitario para el Bienestar Integral, el cual cuenta con módulos en las plazas de servicios”, concluyó.