El presidente AMLO está enojado y así lo expresa en la mañanera, ha pasado del ataque político al insulto y a la descalificación.
El presidente ha perdido el control de la agenda política y la realidad se está imponiendo. La polarización esta dando los frutos no deseados para el gobierno, provocados por la 4T.
La sucesión adelantada en Morena, está comenzando a cobrar factura y a salirse del control presidencial.
La agenda internacional es adversa al presidente al jugar con Rusia, Donald Trump y con las dictaduras de América Latina, Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Los resultados electorales en E.U., al perder Donald Trump, contrario a los pronósticos, fortalece al presidente Biden, quien ha sido minimizado y enfrentado por el presidente AMLO.
Las descalificaciones a los intelectuales, académicos, investigadores, médicos, iglesia católica, empresarios, clases medias y mujeres, han generado un gran bloque opositor que está a punto ya de salir a las calles a protestar en serio.
El rechazo mayoritario a debilitar y secuestrar al INE y la falta de votos para que pase la reforma electoral, ha enojado al presidente AMLO.
Personajes de la izquierda mexicana han expresado públicamente sus grandes diferencias con AMLO, a quien anteriormente habían respaldado.
Contra la reforma electoral
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano alertó sobre el peligro de que, con la reforma que se discuta, la autoridad electoral pierda autonomía real: «Me preocupa que pudiera poner en riesgo la autonomía de la autoridad electoral. Me parece que este es uno de los grandes logros de nuestra democracia».
«(Me preocuparía) por ejemplo, que se pretenda devolver el manejo del padrón electoral a la autoridad, al Ejecutivo. Me parece que éste sería un retroceso muy serio si es que esto llegara a darse. Me preocuparía también que los integrantes del Consejo electoral, que es la autoridad máxima en este caso, pudieran ser elegidos por voto ciudadano, porque esto partidizaría a la autoridad electoral».
«Si la elección fuese directa, por voto ciudadano, tendríamos obligadamente, objetivamente, una autoridad electoral dominada por los partidos dominantes y me parece que esto haría perder imparcialidad a una autoridad que en lo que tiene que trabajar, regular, debiera mantenerse imparcial en la medida de lo posible».
Habló de la presencia de dinero sucio en las campañas, la inseguridad y la necesidad de que se revise la estrategia que parece ser la misma de los últimos años, y que no ha dado los resultados esperados.
Se manifestó en favor de seguir combatiendo al crimen organizado de manera directa, pero sugirió replantearse los temas de investigación e inteligencia en esta materia, así como la permanencia de un cuerpo civil en estas tareas de seguridad pública.
También planteó la necesidad de enfrentar la inseguridad y los grupos delincuenciales con una presencia «permanente» del Estado en todo el territorio nacional, a través de instituciones de salud, educación y diversos servicios.
Durante el homenaje que le hicieron en la Feria Internacional del Libro de Monterrey, Elena Poniatowska hizo algunas recomendaciones al presidente: «Tiene que abrirse a la crítica, aceptar lo que otros le dicen» y reconocer «que se puede equivocar». La soberbia del presidente no es propia de un republicano; se está convirtiendo en una amenaza a la seguridad nacional.
Roger Bartra es severo con el actual gobierno -que reivindica ideas de izquierda-, advierte: no tiene ningún tinte revolucionario o transformador. Al contrario, dice, es reaccionario.
«De ninguna manera el gobierno está impulsando un proceso revolucionario y no lo está impulsando porque es un gobierno reaccionario, es un gobierno que mira hacia atrás».
Hay todas las condiciones políticas para un intento gubernamental de retroceder. «Ahora ese mirar hacia atrás tiene como objetivo borrar la transición democrática. De eso se habla poco. El gobierno de eso no dice nada. Habla de un pasado neoliberal execrable, pero resulta que con esa idea entierra el proceso de transición democrática que, con todos sus defectos, fue fundamental».
Ante las críticas que ha recibido del presidente, quien declaró en una mañanera que el intelectual «se cansó de ser como era», responde que es una de las actitudes defensivas típicas de López Obrador: «el insulto, la caracterización grotesca del otro con el que no se está de acuerdo, con el crítico. Insultarlo, pegarle etiquetas completamente arbitrarias».
El presidente Andrés Manuel López Obrador arremetió contra el antropólogo Roger Bartra, quien hace años fue militante del Partido Comunista Mexicano, y lo acusó de «engañar» y de virar al bloque conservador.
López Obrador soltó también que al sociólogo «ya lo convenció Krauze y añadió: convoca a la marcha del próximo domingo 13 para defender al Instituto Nacional Electoral (INE).”
«Estaba yo viendo que convoca Roger Bartra a la marcha, en la farsa de defender la democracia, y Roger Bartra era marxista, del Partido Comunista; tenía una revista, cuando yo estudiaba en la Facultad de Ciencias Políticas, que hacía junto con Enrique Semo, que se llamaba ‘Historia y sociedad’, muy buena. Imagínense cuánto tiempo engañando», tronó el presidente.
El tabasqueño ubicó al ensayista en las filas del bloque conservador. Que el presidente haya decidido ensañarse con un hombre de izquierda de toda la vida, al que ahora califica de teórico de los conservadores, como Roger Bartra, es incomprensible: Bartra ya era un referente de la izquierda en este país cuando López Obrador era presidente del PRI en Tabasco y componía el himno del tricolor.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) pidió a la Cámara de Diputados no aprobar la reforma electoral propuesta por el Ejecutivo Federal, porque pone en riesgo a la democracia mexicana.
«No es momento de hacer una reforma electoral. Una reforma de gran calado en la materia debe contar con el consenso de todas las fuerzas políticas; pretender que sólo una parte del espectro ideológico tome las decisiones implica poner en riesgo la imparcialidad del árbitro, que debe ser reconocido, respetado y acatado por todos, y sus decisiones deben quedar firmes una vez que pasen por la revisión del Tribunal Electoral.
«Nos preocupa la iniciativa presentada por el titular del Ejecutivo Federal el pasado 28 de abril y que ha sido respaldada por el partido en el poder, pues de aprobarse posibilita que México retroceda años en su vida democrática y regrese a una de sus peores épocas, la antidemocrática, en la cual un solo partido accedía al poder, decidiendo quién era el sucesor en el cargo».
La iniciativa no brinda garantías de independencia e imparcialidad en el árbitro electoral que sustituiría al actual INE
«Coincidimos en que el impacto de este cambio constitucional, incluso en el funcionamiento del INEC y el Tribunal Electoral, debe evaluarse y medirse claramente, y debe realizarse un debate parlamentario y público exhaustivo sobre todas las consecuencias de las reformas propuestas».
Esa y otras iniciativas de reforma en materia electoral, lastiman la autonomía de los organismos electorales y su independencia para tomar decisiones en estricto apego a la ley.
Con ello se ve amenazado derecho de los mexicanos a tener elecciones limpias y procesos electorales pacíficos, transparentes y confiables, que coloquen a los verdaderos ganadores de elecciones al servicio de los mexicanos.
«Nos tomó poco más de 30 años construir un sistema democrático confiable, con organismos ciudadanos, autónomos e independientes como el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que garantizan que nuestra voluntad sea escuchada, se tome en cuenta y se respete».
Remarca que todas las decisiones del INE son revisadas o revisables por el TEPJF.
Todos los que son descalificados en la mañanera y que a diario aumentan se están organizando ya.
A eso debemos sumar a la iglesia católica, que ya está actuando.
Con información de: https://apropositofmp.wordpress.com/2022/11/12/amlo-expresa-su-enojo/