El simbolismo de la estatua combina los signos de la iglesia y del Estado.
Este miércoles, los reyes Carlos III y Camila, viajaron a la ciudad de York al norte de Inglaterra para presidir la revelación de una estatua de la reina Isabel II, la primera tras su fallecimiento el pasado 8 de septiembre.
Los monarcas arribaron desde muy temprano a la ciudad y fueron recibidos por el alcalde, para después reunirse con el arzobispo de York, quien más tarde realizó una ceremonia religiosa para bendecir la escultura que fue diseñada por el cantero Richard Bossons.
“Damas y caballeros, mi esposa y yo estamos profundamente conmovidos por revelar esta estatua de mi amada madre. Es como un homenaje a una vida de extraordinario servicio y devoción”, dijo el rey durante su discurso.
Añadió que la creación de esta estatua también es como un agradecimiento a los ciudadanos de York “por el apoyo, afecto y oraciones que la comunidad de esta catedral y de esta gran ciudad le dio a la monarca”.
El simbolismo de la estatua combina los signos de la iglesia y del Estado y está instalada en el frente del histórico edificio.
“La difunta reina siempre estuvo vigilante por el bienestar de su gente durante su vida, ahora su imagen velará en la ahora Plaza de la reina Isabel durante los próximos siglos”, se lee en la descripción de un video que fue publicado en las redes sociales del Palacio de Buckingham.
No fueron bien recibidos
Es bien sabido que la popularidad del rey Carlos III es baja a comparación de su difunta madre y desde su ascensión al trono, muchos británicos alzaron la voz.
Aunque ya han pasado dos meses de haberse proclamado monarca del Reino Unido, este sigue sin empatizar con su pueblo y una prueba fue durante este solemne acto.
Mientras realizaban su caminata por una de las calles principales de la ciudad, para saludar a los ciudadanos, un hombre arrojó huevos a la pareja real, tras haberles gritado
“Este país se construyó sobre la sangre de los esclavos”.