*La académica de la UNAM impartió la videoconferencia “Para mí es todo lo que tengo. Práctica y significados asociados al embarazo, maternidad y paternidad en la adolescencia”, en la UdeC.
Fabiola Pérez Baleón, académica de la UNAM, impartió la videoconferencia “Para mí es todo lo que tengo. Práctica y significados asociados al embarazo, maternidad y paternidad en la adolescencia”, con datos de una investigación que desarrolló en torno a hombres y mujeres con un embarazo antes de los 20 años, en la Ciudad de México, el Estado de México y Puebla.
Dijo que durante la investigación encontró varios elementos comunes en la ocurrencia del embarazo adolescente: la información y educación sexual recibida en casa y escuela, sobre todo en torno a Métodos Anticonceptivos (MAC); negociaciones que se establecen en pareja para el uso de los MAC y las expectativas de las y los adolescentes en torno a la formación de una pareja y de concebir, aun antes de cumplir los 20.
Fabiola Pérez explicó que el estudio se centró en jóvenes con pocos medios económicos y educativos, los cuales perciben la escolaridad “no como un medio para ascender socialmente, sino para pasar el tiempo durante la infancia, por lo que no es su proyecto de vida”; en este sentido, continuó, “tres de cuatro chicas salen embarazadas cuando ya han dejado la escuela, pues desean lo que ven a su alrededor, en su comunidad, y casarse es su prioridad”.
La educación sexual es brindada por la madre o el padre a las mujeres, y la palabra más empleada es cuídate; “un consejo que contiene las siguientes ideas para las entrevistadas: cuidar de su cuerpo en la niñez para que nadie las toque y dar aviso a los adultos en caso de que sí ocurra; una vez llegada la menstruación, cuidarse a sí mismas porque ya no es una niña, ya es fértil y se puede embarazar”.
Se les pide también tener cuidado con quién se relacionan para evitar que el hombre sea la persona equivocada o la sociedad hable mal de ellas; usar el condón para evitar embarazos y, si desea un bebé, dejar de cuidarse con los MAC; “sin embargo, rara vez se les ocurre que pueden contagiarse con alguna Infección de Transmisión Sexual (ITS)”.
En cambio, expuso, para los varones la palabra cuídate se refiere al uso del condón para evitar embarazos o ser contagiados por alguna ITS; en el acto sexual sin preservativo, refieren emplear el coito interrumpido para evitar un embarazo: “De esta forma, cuidan a la mujer”, enfatizó.
Para padres y demás familiares, cuidarse significa aconsejar a sus adolescentes sobre temas sexuales y reproductivos: uso del condón, abstención de relaciones sexuales, esperar al matrimonio, resguardo de la virginidad (mujeres) y que se fijen con quién se relacionan: “Es una forma vaga, sin entrar en detalles y evitar apenarse, avergonzarse, causarles burla o sentirse ignorantes. En esto se resume la realidad que, en educación sexual, viven mayoritariamente las y los adolescentes de niveles sociales empobrecidos. Esta información es insuficiente para evitar embarazos antes de cumplir los 20 años”.
Fabiola Pérez indicó que la mayoría de las personas entrevistadas dijeron haber recibido educación sexual por instituciones sociales; según su punto de vista, ésta no es clara ni precisa; “no les proveyeron de los aspectos técnicos ni conocimientos para tomar decisiones, ni de las herramientas necesarias en materia de conocimientos, actitudes y habilidades para una toma de decisiones que les permita retardar la iniciación sexual o que les proporcione elementos para saber negociar de forma exitosa las condiciones en las cuales dicha iniciación ocurriría, asó como el uso de los MAC, sobre todo en el caso de las mujeres”.
De sus padres y madres, “el mayor consejo que reciben es ‘cuídate’, lo cual les resultó ambiguo y no les clarificó sus dudas sobre sexualidad”.
Desde la perspectiva de la expositora, las escuelas les impartieron conocimientos incompletos sobre métodos anticonceptivos, ITS y Fisiología humana pues, en su opinión, “faltó el enfoque de derechos sexuales y reproductivos, además de que esa información suele estar sesgada e impartida con perjuicios”.
A pesar de que en algunos casos comenzaron su vida sexual con el condón, su uso lo descontinuaron o lo emplearon de manera inconsistente debido al deseo y a la confianza, a la irregularidad del ciclo menstrual o al empleo del coito interrumpido: “Fue común que desestimaran el riesgo de un posible embarazo creyendo que por ser la primera vez, o porque antes las tuvieron sin protección y no ocurrió nada, el evento obstétrico no sucedería”, concluyó.
Esta conferencia fue parte de las Actividades Académicas 2022 de la Facultad de Trabajo Social.