La silueta de los monumentos de La Quemada bajo el cielo nocturno, otra perspectiva visual del sitio arqueológico

La imagen de la Zona Arqueológica de La Quemada, iluminada solo por el firmamento y los tenues destellos del alba, donde las siluetas de los monumentos se yerguen imponentes en la penumbra crepuscular, es plasmada en una exposición fotográfica en la que conviven la noche, los astros y la arquitectura prehispánica.

 

Horizontes nocturnos en La Quemada es el título de la muestra temporal, organizada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y su representación estatal en Zacatecas, en colaboración con el ayuntamiento de esa ciudad, por medio de la Casa Municipal de la Cultura.

 

El montaje visual, integrado por 20 fotografías en gran formato, nace de la inquietud de investigar la relación intrínseca entre el cielo nocturno, los movimientos astronómicos y los monumentos que se conservan en dicha zona patrimonial, así como el impacto que estos sucesos pudieron tener en la vida cotidiana de los pobladores primigenios del sitio.

 

El proyecto que dio origen a la exhibición fotográfica, de acuerdo con el director del sitio arqueológico, Carlos Alberto Torreblanca Padilla, tiene por objetivo mostrar al visitante otra perspectiva visual del espacio ancestral, el cual permanece cerrado durante la noche.

 

“Desde hace tiempo llevamos a cabo observaciones astronómicas y recorridos nocturnos, y en el proceso de investigación hemos encontrado increíbles paisajes, resultado de poder apreciar a los monumentos en la oscuridad o vinculados con ciertas constelaciones que aparecen en el cielo”, explicó el arqueólogo.

 

La exposición, con sede en el interior del mercado González Ortega, cuyo edificio es uno de los más emblemáticos de la ciudad –construido a inicios del siglo XX–, exhibe el trabajo de los fotógrafos Juan Carlos Basabe, Antonio Ambriz, Daniel Coronado Contreras, Juan Luna Navejas y Denis Lariza Cárdenas, quienes captaron el Salón de las Columnas, la Pirámide Votiva, la Plaza de los Sacrificios y la Ciudadela, vinculándolos con la bóveda celeste y en particular con las constelaciones.

 

En lo que respecta a la orientación de los edificios prehispánicos, Torreblanca Padilla destacó que el Salón de las Columnas está situado hacia el poniente, donde los antiguos habitantes contemplaban el ocaso y cuya ubicación, de acuerdo con el pensamiento ancestral, era el lugar donde el sol era devorado por el monstruo de la tierra e ingresaba al inframundo.

 

Asimismo, el Salón de las Columnas está vinculado con el solsticio de verano que, a manera de calendario, marca las temporadas del año para iniciar la preparación de la tierra para la siembra y su posterior cosecha, actividades que eran ritualizadas.

 

Sobre el montaje en el mercado zacatecano, el arqueólogo destacó que ante la gran cantidad de turismo que hay en la ciudad capital, la cual muchas veces se traslada a La Quemada para conocer los vestigios, se ideó llevar a Zacatecas las imágenes del sitio arqueológico y así mostrar que el museo de sitio sale de sus instalaciones para invitar al público a visitar la zona patrimonial.

 

La exposición fotográfica temporal, fruto de la interdisciplinariedad del INAH, entre el trabajo arqueológico y el visual, permanecerá hasta el 30 de junio, en el mercado ubicado en avenida Hidalgo s/n, Centro Histórico de Zacatecas, Zacatecas, de 8:30 a 21:00 horas.