*Los comentarios del libro estuvieron a cargo de las y los profesores universitarios Krishna Naranjo Zavala, José Manuel González Freire y Gloria Vergara Mendoza.
Este fin de semana, en el auditorio de la Facultad de Letras y Comunicación de la Universidad de Colima se presentó el libro “De Aztlán a Tenochtitlán. La gesta fundacional de la Ciudad de México”, del investigador Patrick Johansson, editado por la Academia Mexicana de la Lengua, en el marco del XXVI Seminario de Lengua y Cultura Náhuatl de la UdeC y la UNAM.
Los comentarios estuvieron a cargo de las y los profesores universitarios Krishna Naranjo Zavala, José Manuel González Freire y Gloria Vergara Mendoza.
Gloria Vergara dijo que el libro está dividido en diez capítulos: Consideraciones epistemológicas, Aztlán/ Tenochtitlán: el alfa y el omega, Tamoanchan, Los aztecas se vuelven mexicas, El monte Coatépetl y el Templo Mayor, Tenochtitlán, Mexicaltzingo, México-Tenochtitlán, Astros y constelaciones y El Imperio Mexica.
Comentó que “la fundación, como momento clave de la historia colectiva de México, objeto de estudio de Patrick Johansson, marca el inicio de una reflexión sobre el recorrido histórico-mitológico que deja ver varias etapas interrelacionadas: la fundación México-Tenochtitlán, que implica el triunfo de los aztecas sobre los mimixcoas, la Nueva España, el triunfo de los españoles sobre los mexicas y la independencia de México como estado libre y soberano”.
Desde este punto de vista, agregó, “se discuten las variaciones en las fechas de la fundación de México, que algunos documentos como la ‘Histoire du Mechique’ la señalan en 1321, pero ante la destrucción de los libros pictográficos amoxtli, como los referidos a la victoria de los mexicas sobre los los tepanecas de Azcapotzalco, y que se volvieron a pintar, es posible que tengamos una versión corregida y aumentada de la fundación de la nación mexica, versión que habría correspondido a la situación prevaleciente, a partir de 1428”.
Gloria Vergara señaló que, “en esta conjunción de tiempos, tanto gramaticales como mitológicos e históricos, no queda claro dónde termina el mito y dónde comienza la historia y cuáles son los hechos y acontecimientos, reales o ficticios, que consagraron el nacimiento de la ciudad-nación mexica”.
Por su parte, Krishna Naranjo señaló que algo interesante en el libro es que el autor promueve la reflexión, “indispensable cuando se realiza investigación, específicamente sobre la cultura azteca. Esto se puede extrapolar hacia distintos terrenos de estudio”.
Dijo que en los primeros capítulos “se encuentra un necesario detenimiento en la relación del investigador y lo investigado. Generar empatía y experimentar otra mirada requiere, de igual manera, definir las nociones de tiempo y espacio de los mexicas a fin de apreciar los acontecimientos alrededor de la fundación de México- Tenochtitlan”.
En su turno, José Manuel González dijo que el autor argumenta que la fundación de Tenochtitlán “se gestó mediante peripecias formativas que manifiestan una manera de saber y conservar memorialmente lo que se sabe, distinta al pensamiento europeo que prevaleció en la recopilación de los textos y en su interpretación”.
Dijo que el capítulo “El imperio Mexica” sugiere que la fundación se fue dando a medida que México iba imponiendo su hegemonía en la parte central de Mesoamérica.
Por último, Patrck Johansson comentó que lo que se plasma en el libro es la fundación de la Ciudad de México desde el punto de vista indígena, “es dar el paso así, el primer paso, el otro es hablar su lengua; es importantísimo, no se puede pensar en la novela indígena en español”.
Indicó que es importante instrumentar esta aproximación México-Tenochtitlán de manera empática,”la empatía es cuando uno trata de verse en el lugar del otro en la medida de lo posible, y es evidente que no puedo sustituirme en un indígena prehispánico”.
Dijo por último que la gestación de la Ciudad de México, todo ese recorrido de Aztlán a Tenochtitlán, son textos e imágenes con los que se muestra la historia y también la mitología.