Tiempos de guerra (Olga Sánchez, Scherer Ibarra y Gertz Manero)

El exconsejero Jurídico de la presidencia, Julio Scherer Ibarra, dio a conocer en la revista proceso una conspiración en su contra, orquestada por la Senadora Olga Sánchez Cordero, presidente del Senado y exsecretaria de Gobernación e integrante de Morena y por el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, con el propósito de afectar su nombre mediante un “método extorsivo”.

Las acusaciones de Julio Scherer ponen en evidencia actos de corrupción, pleitos al interior de Morena, venganzas y el uso faccioso de las instituciones para ajustar cuentas y venganzas personales.

Las mutuas acusaciones entre los miembros más importantes del poder y los más cercanos al presidente López Obrador, han sido una verdadera bomba que explotó en el despachó presidencial y le opacó a AMLO la fiesta del aeropuerto Felipe Ángeles.

Hora de hablar

Julio Scherer declara que es tiempo de hablar y que la verdad callada no sirve y por eso denuncia y acusa: “Decidí luchar por una fiscalía independiente que no ampare venganzas ni intereses personales al margen de la justicia. Terminar con las prácticas en las que tantos políticos, desde su ego y su perversidad, no distinguen la línea que separa el uso del abuso del poder”.

Sobre Olga Sánchez Cordero

Señala a la exsecretaria de gobernación, molesta porque fue reducida en sus atribuciones: “El presidente de la República decidió que el asunto prioritario en la Segob sería el esclarecimiento del caso Ayotzinapa y por decisión suya se limitaron las atribuciones en materia de seguridad en esa dependencia, de las que se encargo el entonces secretario de seguridad Alfonso Durazo.”

“La interlocución con la fiscalía y el Poder Judicial recayó esencialmente en mi persona, en calidad de consejero jurídico de la Presidencia. La ministra no se permitió sobreponerse al desengaño y desde entonces emprendió una investigación sobre mi persona y mis actividades profesionales”.

Scherer acusa a Olga Sánchez de tejer una narrativa de que el exconsejero tenía relaciones de complicidad con grandes despachos de abogados: “al insinuar que hice de la cercanía y el servicio al gobierno un muy redituable e ilegítimo modo de vida”.

“Sobre el documento que elaboró Olga Sánchez para difamarme yo mismo lo hice del conocimiento de mi jefe, el presidente López Obrador, quien le restó importancia y me recomendó hacer lo propio. “Son chismes”, dijo”.

Una de las acusaciones en contra de Scherer, es respecto a una supuesta extorsión al abogado Juan Collado, para que obtuviera un criterio de oportunidad y saliera libre.

Scherer precisa que él no intercedió por Juan Collado, el presidente AMLO le informó que “había recibido la propuesta a través de la propia Olga Sánchez Cordero, cercanísima a la familia Collado”.

“Fue el presidente quien me enteró que Antonio Collado –a través de Sánchez Cordero– ofrecía el 25% de los recursos que su hermano Juan tenía congelados en Andorra (90 millones de euros) para entregarlos al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado como parte de un acuerdo reparatorio”.

El presidente AMLO al parecer no aceptó la propuesta y Olga Sánchez Cordero le planteó una nueva propuesta: “poner a su disposición la trama completa de los llamados “videoescándalos” con los que personajes cercanos a Collado intentaron desprestigiarlo en la época en que fue jefe de gobierno de la Ciudad de México”.

Scherer afirma que le aconsejó a AMLO desechar esta segunda propuesta de Olga Sánchez a favor de abogado Collado y que le recomendó, que el asunto debía atenderlo la Fiscalía General de la República.

“Fue Olga Sánchez Cordero bajo sus propios intereses quien llevó a su amigo Antonio Collado con Alejandro Gertz Manero para ofrecerle un criterio de oportunidad con el que su hermano podría obtener la libertad a cambio de denunciarme”.

Sobre Alejandro Gertz Manero

Scherer afirma que: “Alejandro Gertz Manero contó con mi apoyo para ocupar la Fiscalía General de la República. Creí en su probidad y en sus capacidades como abogado”.

Denuncia Scherer que la ira del fiscal contra él se debió a un artículo publicado en la revista Proceso con el título “La casa secreta de Gertz Manero, me atribuyó haber facilitado información para la elaboración del texto”.

“Me acusó también de haber filtrado a la prensa un supuesto borrador sobre las reformas al sistema de justicia, que Gertz Manero proponía”.

Dice Scherer que Gerzt: “agregó a su lista de reproches que “sólo un favor” me había pedido y que yo se lo había negado: impedir que su cuñada Laura Morán y la hija de esta, Alejandra Cuevas Morán, obtuvieran un amparo por la acusación del homicidio de su hermano Federico Gertz Manero, de lo que él las acusa. Lo pidió el fiscal, sí, a sabiendas de que era un acto ilegal”.

Y la amenaza del fiscal dice Scherer: “Al final de esa reunión, terminó desafiante: “Usted podía haber elegido entre un fiscal amigo o un fiscal enemigo”.

En ningún momento Gertz Manero le dijo a Scherer que podría ser un fiscal imparcial como obliga la ley, la amenaza fue muy clara.

Otros casos que integran el documento que según Scherer, Olga Sánchez y Gertz Manero usaría para difamarlo, es vincularlo con la pareja de Inés Gómez Mont y su marido, Víctor Manuel Álvarez Puga, actualmente prófugos, a quienes ofreció un criterio de oportunidad a cambio de denunciar a Julio Scherer, así lo dijo el exconsejero jurídico.

Scherer se refiere así del Fiscal General de la República: “El Alejandro Gertz que conozco hoy pretende enviarme al territorio del miedo, el que convierte todos los ruidos en gritos, todas las sombras en amenazas y a todos sus “enemigos” en blancos de la “justicia”, su justicia”.

“Para dañarme, Gertz y sus aliados han pretendido establecer que un grupo de abogados responden a instrucciones mías como parte de una imaginaria red mafiosa”.  Que durante meses lo han intentado involucrar en una concesión concerniente al Viaducto Bicentenario, y en otros asuntos muy conocidos.

“Respeto como a nadie al presidente de la República. Mi lealtad hacia él, hacia su proyecto de Nación y hacia su persona es un valor irrenunciable. No podría atentar contra ello.”

“Más allá de mí, Olga Sánchez Cordero y Alejandro Gertz Manero deshonran el juramento de guardar y hacer guardar la Constitución en cada uno de sus excesos. La traición habita en ellos.”

“No estoy dispuesto a sobrellevar la marca del infundio por una persona obsesionada (Olga Sánchez) y un hombre degradado (Gertz Manero). Testimonios de sus abusos se suman con las horas.”

“Estoy convencido de que el país no podrá cambiar del todo mientras la justicia sea rehén de hombres como Gertz Manero”.

“Los delitos en los que ha incurrido son cada vez más evidentes: el uso de recursos públicos en sus asuntos personales y la persecución contra quien pueda resultarle un estorbo para resolverlos es una constante.”

“Su fiscalía no tiene contrapesos constitucionales y hoy es un peligro. No voy a cesar en la denuncia de sus atropellos”.

“Hace uso de la Fiscalía como si fuera su despacho privado y tiene a Juan Ramos López, su subprocurador, como abogado de cabecera para privilegiar el avance de sus asuntos personales por encima de las cuestiones emblemáticas del gobierno, como el combate a la corrupción y la persecución a la delincuencia organizada, donde no alcanzan a verse los resultados concretos que le fueron encomendados”.

“Me pregunto si podrá el fiscal, obsesionado con el poder, desprenderse de su despotismo, su egoísmo y su prepotencia para dejar de utilizar sus atribuciones como instrumento de su megalomanía”.

Scherer se siente acorralado, con una soga en el cuello y clama la protección del presidente para no ser enjuiciado por el fiscal general y le dice a AMLO que el pleito no es con él, aunque su denuncia le pega en la línea de flotación al gobierno del presidente.

Además, demuestra que la fiscalía general no es autónoma y le quita toda credibilidad a su titular y a la institución encargada de procurar justicia.

Está, a la vista, un pleito de abogados muy poderosos, que dirimen sus conflictos en los medios, pues ni ellos mismos confían en las instituciones.

En este pleito no habrá ganadores, todos habrán perdido y más el país y sus instituciones.

El próximo lunes, se conocerá la resolución de la Suprema Corte de Justicia sobre el caso de la cuñada de Gertz y la hija de ésta, que está presa, si es en contra de Gertz, ganará un round Scherer Ibarra. Pero cuando Gertz dé a conocer quien lo espió desde el gobierno, empezará otra batalla.

Con información de: https://apropositofmp.wordpress.com/2022/03/26/tiempos-de-guerra-olga-sanchez-scherer-ibarra-y-gertz-manero/