*“Fue mi maestro durante mi formación profesional y coincidimos los últimos semestres de mi carrera, cuando fue asesor de mi tesis, momento en que comenzamos a forjar nuestra amistad”: Christian Torres Ortiz Zermeño.
Como parte de la celebración por el 42 aniversario de la creación de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Colima, este lunes se realizó un emotivo homenaje póstumo a quien fuera director y catedrático del plantel, Enrique Chaires Ramírez, considerado por sus amigos como un pilar en la carrera de Administración Pública y Ciencia Política.
Al evento, realizado en el auditorio del plantel, asistieron familiares, amigos, egresados, docentes y estudiantes. María Elena Romero, actual directora, dijo que este homenaje “es un merecido reconocimiento a su trayectoria y compromiso con la Universidad”.
En su intervención, el rector Christian Torres Ortiz Zermeño agradeció la oportunidad de dedicar estas palabras a quien fue no sólo su colega, sino su amigo, y que conoció en 1992 cuando recién ingresaba a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales; “fue mi maestro durante mi formación profesional y coincidimos los últimos semestres de mi carrera, cuando fue asesor de mi tesis, momento en que comenzamos a forjar nuestra amistad”, recordó.
En el 2000, continuó, “me incorporé al plantel como maestro por asignaturas; en ese momento él era director. Era estricto y me puso a prueba en distintas ocasiones. Al paso del tiempo, prácticamente todos los días, antes de terminar la jornada laboral, nos sentábamos a platicar de diversos temas, y comenzamos a tener una amistad estrecha”.
Posteriormente, dijo, “a los 29 años de edad me nombraron su sucesor y mis primeros años no fueron sencillos; sin embargo, mi amigo y colega Enrique Chaires continuó cerca, aconsejándome sobre cómo mantener la gobernabilidad del plantel. En esos años hicimos muchas cosas en la licenciatura, surgió la carrera de Relaciones Internacionales y el Doctorado en Ciencias Sociales”.
Compartió que al término de su periodo como director y con una nueva encomienda como coordinador general de Comunicación Social de la UdeC, su amistad se fortaleció porque seguían colaborando juntos en la publicación de artículos; sin embargo, los momentos en que su amistad llegó a una máxima expresión, recordó Torres Ortiz, “fue durante mi primera postulación como rector para el año 2012. En la segunda también estuvo conmigo a muerte. Ahí lo conocí en la estrategia, en el campo real, en la prudencia, discreción, consejo, lealtad y apoyo incondicional”.
“Gracias Enrique, los aquí presentes, familiares, amigos, colegas y la Universidad de Colima se sienten orgullosos de tu legado”, terminó.
En su intervención, Alejandra Chávez Ramírez comentó que Enrique Chaires fue una pieza fundamental en la Licenciatura en Administración Pública y Ciencia Política, egresado de la primera generación y destacado por ser un alumno puntual, disciplinado y dedicado.
“Tenía varias características que lo llevaron a posicionarse: fue hábil en las relaciones públicas y su amistad la prodigó con quien podía desarrollar proyectos. Destacaba la importancia de la lealtad a la institución, aspecto que, decía, era necesario para las nuevas generaciones de universitarios. Su vida fue la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales”, afirmó.
Para Gabriela Gildo de la Cruz, Enrique Chaires tenía una verdadera vocación de servicio: “Fue generoso, estricto, inteligente, impetuoso, auténtico, acentuado, firme, directo, perspicaz, comprometido, perseverante, metódico e institucional hasta el último momento de su vida”, enfatizó.
Por último, Enrique José Chaires Ramírez, hijo del homenajeado, dijo que hablar del plantel “evocaba el nombre de Enrique Chaires como formador incansable de profesionistas”. Comentó que desde 1980, su papá adoptó estas paredes como el lugar en que depositó su cariño, esfuerzo, dedicación y tiempo; “se consolidó como universitario distinguido, defensor de la UdeC y de su amada facultad, la cual preservó muchas veces con fundamentos y razones sólidas; otras, únicamente con el corazón de saber que era lo mejor para el presente y futuro de esta casa de estudios, que le permitió crecer y desarrollarse”.