*“Queremos que la Universidad sea un ejemplo en la materia, no nada más en la atención de casos de violencia de género, sino por lo que podemos hacer en materia de igualdad de género”: Christian Torres Ortiz, rector.
Este jueves, en acto celebrado en la sala de juntas de rectoría, se llevó a cabo la presentación oficial de la Unidad para la Atención Integral de la Discriminación y Violencia de Género de la Universidad de Colima, y se actualizó además el Comité de Ética para la Atención de la Violencia de Género de esta Casa de Estudios.
Dicha Unidad, que estará a cargo de la Mtra. Mónica González Torres, comentó en su presentación el Dr. Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño, rector de la Universidad de Colima, “es un órgano dependiente de la Oficina de Abogacía General, que cumplirá con las acciones necesarias para convertir a la institución en un espacio libre de violencia y discriminación hacia integrantes de la comunidad universitaria, apegándose a la normativa aplicable”.
Por su parte, agregó, el Comité de Ética, que quedó integrado por las doctoras Nancy E. Molina Rodríguez y Guillermina Chávez Torres, junto con la Mtra. Mayra González Flores, seguirá, “como hasta ahora, garantizando que los casos de violencia de género presentados ante la Oficina del Abogado General sean atendidos con enfoque de derechos humanos y perspectiva de género, a través de mecanismos de asesoría, acompañamiento y emisión de recomendaciones”.
El rector resaltó que, con la creación de la Unidad y la actualización del Comité de Ética, se sumarán esfuerzos con la Comisión de Seguridad y Protección Civil Universitaria y el Centro Universitario de Estudios de Género, “para sentar las bases de una ruta de acción segura, eficaz y confiable, con la finalidad de adoptar las medidas necesarias para prevenir, atender y sancionar toda conducta de violencia de género en la comunidad universitaria”.
Lo ideal, destacó el rector, es que con el paso del tiempo tanto la Unidad como el Comité no tuvieran asuntos que atender; “ésa es la gran encomienda y eso se derivará de educar, de capacitar a la comunidad universitaria para que no tengamos más este tipo de conductas con estudiantes ni con trabajadores. Sin embargo, hay que ser objetivos, pues ésta es una realidad y hay que atenderla de la mejor manera posible, y es lo que está haciendo la Universidad al implementar este tipo de acciones”.
Por último, pidió a las instancias involucradas que sumen esfuerzos para que este programa transversal, una vez que se presente a través del Programa Institucional de Desarrollo (PIDE), “tenga los alcances y efectos que deseamos todos en la comunidad universitaria, y que la UdeC sea un ejemplo en la materia, no nada más en la atención de casos de violencia de género, sino por lo que podemos hacer en materia de igualdad de género”.
En su intervención, Mónica González, titular de la Unidad, agradeció la oportunidad de sumarse al equipo de trabajo que atiende la violencia de género en la Universidad, “ahora desde un área especializada en la Oficina de Abogacía General”, donde trabajará, dijo, “para brindar asesoría jurídica, apoyo psicológico y social a quienes integran la comunidad universitaria y que hayan sido víctimas de discriminación por su orientación sexual, por discapacidad y por cuestiones de género, así como también a quienes enfrenten situaciones de violencia de género. El esfuerzo es para que, en conjunto, podamos contribuir a tener espacios libres de discriminación y violencia en nuestra Universidad”.
Por su parte, Nancy Molina, integrante del Comité de Ética, agradeció el esfuerzo y la confianza del rector para darle continuidad a los trabajos realizados por esta instancia en la atención a la violencia de género en la Universidad. Destacó el trabajo de la Dra. Aimé Tapia y la Maestra Azucena Salazar, quienes dejaron ya este comité y agradeció también “a todas las mujeres universitarias que nos antecedieron y abrieron el camino para que hoy estemos aquí, trabajando por la igualdad de género en nuestra alma máter”.
Agregó que la actuación de este comité, junto con la oficina del Abogado General, “ha sido decisiva para la identificación y atención de prácticas de violencia de género en el contexto universitario, a la vez que ha contribuido en la apertura de nuevos espacios de diálogo y formación para el personal docente y administrativo en torno a los derechos humanos y la perspectiva de género. Nuestro reto es grande, pues está documentado que, aunque un escenario como la escuela, en todos sus niveles, se vuelve un espacio propicio para la reproducción de desigualdades, es al mismo tiempo un espacio que brinda la oportunidad de generar cambios a favor de la igualdad de género”.
Acompañaron al rector, entre otros, Joel Nino, Secretario General; Leobardo George Ocón, Abogado General; Azucena Evangelista Salazar, presidenta de la ACU y directora del Centro Universitario de estudios de Género, así como Guillermina Chávez Torres y Mayra González Flores.