El secretario de Turismo del Gobierno de México, Miguel Torruco Marqués, y el presidente municipal de Orizaba, Igor Rojí López, inauguraron hoy en esta localidad el Museo de la Hotelería Mexicana.
El titular de la Secretaría de Turismo (Sectur) afirmó que se trata de undía muy especial para la hotelería de nuestro país y el sector turístico, ya que se abre un importante recinto donde los visitantes nacionales e internacionales disfrutarán de un recorrido por la historia de esta pujante industria.
“Qué mejor lugar para dar cobijo a casi 500 años de historia, que la ciudad de Orizaba, consagrada como cuna de la hotelería de nuestro país y del continente americano”, afirmó.
Destacó el apoyo otorgado por el alcalde Rojí López y empresarios turísticos de todo el país, quienes donaron fotografías, muebles e instrumentos de trabajo “que en su momento fueron de gran utilidad para los establecimientos de hospedaje y hoy son una joya invaluable por su carácter histórico”, aseguró.
Asimismo, subrayó que este Museo de la Hotelería Mexicana es un recinto incluyente, con audio en lengua náhuatl, oriunda de la zona; podcast en los muros y códigos QR, intérprete de lenguaje de señas y piso plano para facilitar la accesibilidad.
Precisó que el Museo recrea tres habitaciones de diferentes épocas: una de 1525, otra de 1870 y una más de la década de los años 60 del siglo pasado; así como un “Front desk” del siglo XIX. Además, un bar de la década de los 60 del siglo XX.
También muestra uniformes de distintas épocas, y objetos utilizados en la hotelería a través de la historia.
Igualmente, cuenta con una galería de expresidentes de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles, y de la Asociación Nacional de Cadenas Hoteleras.
El secretario Torruco Marqués aseguró que a 496 años de la creación del primer establecimiento de hospedaje en México y en el continente americano, el sector hoteleroen 2019 representó el 29 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) Turístico y generó el nueve por ciento del empleo en el sector: cada cuarto de hotel significa 1.5 empleos directos y tres indirectos.
Agregó que en ese mismo año se construyeron 28 mil cuartos de hotel, alcanzando una infraestructura de 836 mil habitaciones en 24 mil establecimientos de hospedaje, con lo que México se afianzó en la séptima posición en infraestructura hotelera a nivel mundial.
Recordó que en 2019 se desplazaron por todo el país 258 millones de connacionales, de los cuales 102 millones, es decir, 39.4 por ciento, se hospedaron en un hotel, dejando una derrama económica de 14 mil millones de dólares, dijo.
Detalló que durante 2020, pese a la pandemia, la industria del turismo captó casi el 4.5 por ciento del total de la inversión extranjera directa en México: mil 240 millones de dólares, de los cuales el 33 por ciento correspondió a inversión hotelera.
Finalmente, el titular de la Sectur expresó que, de acuerdo con información proporcionada por las 32 entidades federativas del país, al 31 de julio de 2021 existe una inversión privada del orden de los 173 mil 818 millones de pesos, en 405 proyectos turísticos, que significan 139 mil 843 empleos directos e indirectos, siendo Nayarit, Baja California Sur, Yucatán, Quintana Roo y la Ciudad de México los sitios con mayor inversión.
En el evento también estuvieron presentes Juan José Fernández Carrillo, presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles; Roberto Zapata Llabrés, vicepresidente de Turismo de Concanaco Servytur; Humberto Hernández Haddad,Subsecretario de Calidad y Regulación de la Secretaria de Turismo del Gobierno Federal.
BREVE RESEÑA HISTÓRICA
El carácter hospitalario de los mexicanos se encuentra desde la época prehispánica, durante el predominio del imperio azteca, con los “coacallis”, ubicados cerca de los mercados o en la entrada de las ciudades. Estaban destinados a dar alojamientoa los viajeros, especialmente a los comerciantes, quienes se encomendaban al dios Yacatecuhtli para recibir su protección cuando se desplazaban de un lugar a otro.
A raíz de la conquista y con la llegada de la rueda y el caballo, las rústicas rutas empiezan a trazarse a lo largo y ancho del país, destacando el primer Camino Real de la Nueva España: Veracruz-México.
Orizaba, en aquel entonces Pinavizapa, era parada obligada antes de continuar el viaje por el sinuoso sistema montañoso de las “Cumbres de Acultzingo”. El 10 de octubre de 1525, de acuerdo con las actas de cabildo de la Ciudad de México, se establece en esta localidad el primer mesón de la Nueva España, propiedad de Francisco de Aguilar, a quien se le reconoce como uno de los precursores de la hotelería en el continente americano.
Este soldado español, que a la postre donó sus bienes y se incorporó a la orden de Santo Domingo, dejó como un legado para la historia de México su obra “Relación breve de la Conquista de la Nueva España”, que concluyó poco antes de morir, a la edad de 90 años.
Poco tiempo después, el primero de diciembre de 1525, se otorgó a Pedro Hernández de Paniagua la primera licencia para construir un mesón en la Ciudad de México.
Con el correr de los años y el desarrollo de la vialidad y de las comunicaciones, las tierras se fueron cubriendo de ventas, mesones, albergues y posadas. Así, para el siglo XIX ya existían, entre los más conocidos: San Antonio, El Progreso y La Poblana, en Veracruz; La Soledad, El Retiro y San Agustín, en Michoacán; La Gran Sociedad y El Bazar, en la calle del Espíritu Santo, hoy Isabel la Católica, y el famoso Hotel Iturbide, en la Ciudad de México.
También en la capital del país se encontraban el Hotel Imperial Reforma, con arquitectura estilo francés, iniciado en 1896 e inaugurado en 1904 por Porfirio Díaz; y el Hotel Geneve, fundado en 1907, caracterizado por su elegancia vanguardista y buen servicio.
En 1922, un grupo de emprendedores fundan la “Asociación de Administradores y Propietarios de Hoteles”, misma que preside don Lucas de Palacio y Magarola hasta 1941, año en que dicha organización adopta el nombre de “Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles”, la más antigua del continente americano en el ámbito del turismo.
Don Lucas de Palacio, unificador de la hotelería mexicana, además de convertirse en el primer presidente nacional de esta Asociación, se desempeñó en 1953 como el primer director general de la “Escuela Hotelera y Gastronómica”, que después cambiaría su nombre a “Escuela Mexicana de Turismo”, pionera en capacitación y formación profesional turística.