*Dicta Christian Torres Ortiz conferencia sobre retos y desafíos educativos de la Universidad de Colima en tiempos de pandemia.
Al compartir con estudiantes y docentes de la Facultad de Pedagogía la forma en que la Universidad de Colima enfrenta la pandemia por COVID-19, el rector Christian
Jorge Torres Ortiz habló en videoconferencia de tres premisas que fue explicando a lo largo de casi una hora: que estamos ante un escenario profundamente desafiante en el tema
sanitario, que la pandemia nos obliga a redimensionar el espacio educativo en todas sus expresiones, lo que tendrá nuevos significados para docentes y estudiantes y que esta
pandemia “nos lleva a un cambio estructural en la educación superior que de otra forma hubiera sido más lento”.
El nombre de su conferencia fue “Retos y desafíos educativos de la Universidad de Colima en tiempos de pandemia”. Fue invitado por la Facultad de Pedagogía, que celebra
su semana cultural y académica, porque a los docentes y alumnos, de acuerdo con su director, Alberto Paúl Ceja, les será de gran ayuda conocer la experiencia vivida por la
institución “para imaginar nuevos escenarios y transformarlos en nuevas prácticas”.
La pandemia, comentó el rector ante más de 110 asistentes, agudizó las diferencias y vulnerabilidades que afronta la humanidad, así como las desigualdades existentes en
temas como la salud, educación y el acceso a la tecnología. Esta situación, aseguró, no será posible enfrentarla en lo individual, pero sí como equipo; “la mejor respuesta será posible
sólo de manera colectiva y con inteligencia y creatividad, que son las características que definen un colectivo como el de la Universidad, lo cual representa una ventaja”.
Adelantó que en el nuevo semestre que iniciará en agosto “tendríamos la posibilidad real de un retorno gradual, ordenado, responsable y seguro, pero esto no significa que se
regresará a una situación como la que teníamos antes de la pandemia. Es importante entender que los cambios estructurales ocurridos afectan la forma en que desarrollábamos
el proceso de enseñanza-aprendizaje y modificarán la forma en que la Universidad realiza sus funciones sustantivas, por lo que debemos estar conscientes que difícilmente las cosas
volverán a ser iguales a las que teníamos antes”.
Sobre el tema, Christian Torres Ortiz dijo que “se está trabajando en la elaboración de un documento oficial que dará las pautas para hacer este regreso gradual, ordenado y
seguro a las actividades presenciales”, y aclaró que “el regreso no depende totalmente de la Universidad de Colima sino de acciones y decisiones que tomen la autoridad
gubernamental y sanitaria; aunado a ello, debemos generar la confianza suficiente para el regreso”, ya que éste será voluntario y cuando el semáforo epidemiológico esté en color
verde.
Fue enfático al decir que a partir de ahora las cosas serán diferentes, y el estudiante o docente que no entienda este cambio, podría verse excluido del proceso educativo; “en
este tema, el de las competencias y la mediación tecnológica, es fundamental la capacitación y el apoyo constante para que nadie sea excluido, sobre todo por cuestiones
económicas, por lo que invito a todos los docentes y los alumnos a que sean parte de esta transición”.
Sobre los grandes retos y desafíos que enfrenta la Universidad, el rector señaló que uno de los primeros es el de contribuir al cuidado de la salud y el bienestar de la
comunidad universitaria, “tarea nada sencilla, ya que implica muchas modificaciones en la dinámica convencional de las actividades en cualquier espacio educativo y requiere no sólo
de insumos sino también de una constante capacitación y concientización del personal, administrativos, directivos, docentes y estudiantes”.
Otro de los retos, uno de los más complicados, es poder seguir prestando los servicios educativos a la comunidad y mantener la vinculación con el entorno, así como
seguir manteniendo el vínculo y acompañamiento con los estudiantes a través de la mediación tecnológica, con la finalidad de que estos no vayan a desertar de su formación
educativa. La creatividad aquí será decisiva, ya que esta labor se hacía más fácil de manera presencial.
Un desafío importante que enfrenta la Universidad en estos tiempos es cómo lograr que los efectos de la pandemia no se conviertan en un efecto excluyente para los
estudiantes de acceder a la educación superior; “tenemos que hacer cosas diferentes para que existan condiciones de equidad y calidad, lo cual es un enorme reto: combinar la
calidad con la equidad y la inclusión”.
Otro desafío “es fortalecer la educación como un bien común, de manera que permita proteger un derecho a la educación”. En este contexto, señaló, “la Universidad
tiene que concentrarse en las funciones sustantivas: la docencia, la investigación y la extensión. Además, debemos proteger los espacios educativos, ya que éstos no significan
sólo espacios para la educación formal sino también para la convivencia social, para la vida colectiva, para el entendimiento social; esto es algo fundamental en nuestra cultura,
modelos y formas de aprendizaje”.
Un desafío más, dijo, “es la modificación de marcos normativos federales que tienen que ver con la educación superior de nuestro país, como la nueva ley federal de
educación superior, que ya fue aprobada y que modificará gradualmente muchas de las actividades en las universidades. Además, se está discutiendo en el Congreso la ley de
innovación, ciencia y tecnología, que también tendrá implicaciones y repercusiones en las actividades de las instituciones de educación superior”.
Por último, pidió a los alumnos y a sus padres o tutores que le “tengan confianza a su universidad; lo que más queremos es que puedan venir, regresar a su universidad de manera gradual y responsable. Esto tiene que ver con un tema de responsabilidad en el cuidado de la salud, tanto de ustedes como de nosotros. Así que cuando su universidad los convoque a una actividad presencial, tengan la confianza de que lo haremos con el mayor de los cuidados”.
Acompañaron al rector en esta conferencia, de manera virtual, Martha Magaña, coordinadora general de Docencia; Susana Aurelia Preciado, directora general de Educación Superior; Martha Chávez, directora general de Desarrollo de Personal Académico y Camilo García, presidente de la FEC, además de la profesora Fabiola Rojas.