Alejandro Aguilera Castrejón es un científico mexicano muy destacado a nivel mundial, prueba de esto es la reciente investigación en el que participó como estudiante de doctorado del Instituto de Ciencias Weizmann, en Israel: la gestación de un embrión de ratón dentro de un útero artificial.
Sobre este logro, el joven de 28 años egresado de la carrera de Biología, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), le contó a Univisión que el objetivo es “estudiar cómo, al día cinco, cuando se extrae el embrión, el cuerpo está compuesto por un tipo de célula y cómo se forman los órganos y los tejidos al día once”.
La investigación, donde Aguilera aparece como uno de los autores principales, fue publicada en la revista Nature bajo el titulo de Ex utero mouse embryogenesis from pre-gastrulation to late organogenesis.
“El establecimiento del plan corporal de los mamíferos ocurre poco después de que el embrión se implanta en el útero materno y nuestra comprensión de los procesos de desarrollo posteriores a la implantación sigue siendo limitada”, señala la introducción al artículo.
“Aquí desarrollamos plataformas de cultivo de embriones de ratón post implantación ex útero altamente propicias que permiten el desarrollo apropiado de los embriones antes de la gastrulación, hasta la etapa de formación de las extremidades traseras”, agrega.
Jacob Hanna, también partícipe en el estudio, dijo al periódico The Times of Israel, que esto “podría ser relevante para otros mamíferos, incluidos los humanos, aunque reconocemos que hay cuestiones éticas relacionadas con el cultivo de humanos fuera del cuerpo”.
Y agregó que la investigación “promoverá la comprensión de la formación de órganos en los mamíferos, y podría facilitar los avances médicos, ya que permite vistas sin precedentes del proceso de desarrollo, sin restricciones por la necesidad de obtener imágenes del interior del útero”.
Por su parte, el biólogo Paul Tesar, de la Case Western Reserve University, le externó al New York Times que “el santo grial de la biología del desarrollo es entender cómo una simple célula, un óvulo fertilizado, puede generar todas las células especializadas hasta sumar los 40 billones de células de un cuerpo humano. (…) Desde los primeros tiempos, los investigadores han buscado la forma de responder a esta pregunta. Es un logro notable”.
CON INFORMACIÓN DE MILENIO