*“Estoy muy contento de haber ganado este premio; creo que es un estímulo para seguir escribiendo, un empujón para que uno agarre la pluma y se siente a contar más historias”: autor premiado.
En estos días se realizó la ceremonia formal de entrega del Premio Bellas Artes de Narrativa Colima para Obra Publicada 2020, al escritor mexicano Eduardo Antonio Parra por su novela “Laberinto”, en un acto realizado de manera virtual debido a la pandemia.
El premio, fundado hace ya más de cuarenta años, lo patrocinan la Universidad de Colima, la Secretaría de Cultura a nivel nacional y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) a través de su Coordinación Nacional de Literatura. Consta de 300 mil pesos y la entrega de un diploma.
En la video-ceremonia, Laura Elena Ramírez Rasgado, en representación de Lucina Jiménez López, directora general INBAL, recordó a otros ganadores de este premio, como Sergio Pitol, José Agustín, Isabel Allende, Juan García Ponce, Beatriz Espejo, Paco Ignacio Taibo II y Fabio Morábito.
Sobre el maestro Parra, dijo que “su impecable narrativa lleva al lector a mundos reales y extraordinarios, por lo que con mucho gusto lo felicitamos por esta novela”.
Leticia Luna Aguilar, coordinadora nacional de Literatura del INBAL, leyó el acta del jurado, que integraron la escritora Ana García Bergua y los escritores Fernando Lobo y César Anguiano: “En laberinto, Eduardo Antonio Parra encuentra el lenguaje preciso para construir una metáfora de la situación que vive el país desde la perspectiva de los habitantes de un poblado sitiado por la narco-guerra. Con un realismo minuciosamente documentado, Parra introduce al lector en una atmósfera de terror que por momentos se torna surreal, en donde la violencia y el peligro no tienen rostro. ‘Laberinto’ es, sin duda, una obra que confirma la madurez y maestría de un autor con destacada trayectoria mediante un realismo magistral”.
En su intervención, Eduardo Antonio Parra agradeció al jurado, al INBAL y a la UdeC “por mantener este certamen vigente, que es un estímulo muy importante para todos los que nos dedicamos a la narrativa”.
Agradeció también a las personas que influyeron en su carrera “para convertirme en el escritor que soy ahora”, sobre todo a sus compañeros escritores con los que empezó a escribir hace ya casi 30 años, “un grupo de jóvenes que soñaba con escribir novelas y libros de relatos: Hugo Valdez Manrique, Ramón López Castro, Rubén Soto (+), David Toscana y Antonio Ramos Revilla, el grupo El Panteón. Todos juntos aprendimos a trabajar los textos, a pulirlos, a reestructurarlos y, algo que me parece fundamental para un escritor, a tener un fuerte sentido de la autocrítica. A partir de este trabajo empecé a entender la literatura como un arte mayor y a trabajar el lenguaje, las estructura, técnicas y estrategias narrativas”.
Dijo que “Laberinto”, la novela ganadora, “aborda la violencia que está afectando al país y que sobre todo afecta a la gente común y corriente. No quise hacer una novela en la que hubiera como protagonistas delincuentes o los capos de los grupos criminales, sino una donde la gente común fuera la protagonista, pero en la que se viera cómo la violencia afecta directamente”.
“Espero –agregó– que esta violencia en algún momento termine en el país, que todo se pacifique, que vuelva a una normalidad que perdimos hace ya bastantes años, y que esta novela quede simplemente como una especie de registro de una mala época. Es una historia que traía dándome vueltas en la cabeza hace unos diez años, desde que empezó este periodo especial de violencia en México y no hallaba cómo escribirla, hasta que por fin encontré la manera, la forma, la técnica y sobre todo los personajes que iban a sufrir las consecuencias de lo que está padeciendo la mayor parte de la población mexicana”.
Se dijo, por último, “muy contento de haber ganado este premio; creo que es un estímulo para seguir escribiendo, un empujón para que uno agarre la pluma y se siente a contar más historias”.
Para cerrar la ceremonia, el rector José Eduardo Hernández Nava comentó que era “un honor celebrar una vez más este acto de premiación, aunque sea de manera distinta a las demás, ya que la pandemia que vivimos ha alterado nuestra existencia en muchos sentidos. Pese a ello, el día de hoy reconocemos y felicitamos a Eduardo Antonio Parra por haber obtenido este premio”.
Para las comunidad universitaria, destacó, “resulta significativo y pertinente que esta novela forme parte de las obras literarias galardonadas, pues nos invita a reflexionar y aprender sobre el arte y en especial sobre la sociedad en la que vivimos, ya que tanto la reflexión como el aprendizaje forman parte del quehacer cotidiano de nuestras funciones sustantivas como institución dedicada a la educación, la investigación y la extensión de la cultura”.
Eduardo Antonio Parra es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte y ganador del premio internacional de cuento “Juan Rulfo”, del Nacional de Cuento “Efrén Hernández”, del “Anonin Artaud”, así como del Premio Nacional de Literatura “José Fuentes Mares”. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, portugués y el polaco.