• El director general, Maestro Zoé Robledo participó en el Foro Virtual Sobre Experiencias y Retos del Abordaje del COVID-19, organizado por el Senado de la República.
• Para evitar la saturación y atender a quienes más lo necesitaban, el IMSS reconvirtió 118 camas en 184 hospitales.
El Instituto Mexicano del Seguro Social había iniciado un proceso de modernización en 2019 y al surgir la epidemia por COVID-19, diseñó una estrategia que ha permitido brindar atención a derechohabientes y personas sin seguridad social, ampliar la capacidad hospitalaria y ser eje en la respuesta a la emergencia sanitaria, afirmó el director general del Instituto, Maestro Zoé Robledo.
Al participar en el Foro Virtual Sobre Experiencias y Retos del Abordaje del COVID-19, organizado por el senador Américo Villarreal, el titular del Seguro Social detalló los escenarios previos a la pandemia y las acciones para responder a la misma.
A través de un video mensaje, Zoé Robledo refirió que esta intervención se inició rompiendo las cadenas de contagio al crear el permiso COVID, gestión de incapacidades a distancia que fue otorgada a 93 mil 940 trabajadores asegurados; además de un sistema de recetas resurtibles para enfermos crónico-degenerativos.
Explicó que para evitar la saturación y cumplir con la instrucción de que ningún mexicano se quedara sin una cama de hospital o ventilador, el Seguro Social diseñó e implementó el Plan Estratégico para la Atención de la Contingencia, de esta manera inició por fases la reconversión hospitalaria de 16 mil 118 camas en 184 hospitales, que también incluye los Hospitales Rurales de IMSS-BIENESTAR.
Otra de las acciones que emprendió el Instituto como muestra de solidaridad con la población, fue la apertura de sus servicios a población sin seguridad social, donde a la fecha “han sido 35 mil 512 mexicanas y mexicanos atendidas por COVID en el IMSS”, resaltó.
A pesar de estas estrategias, subrayó, el Instituto siguió creciendo, y para la atención de pacientes COVID se sumaron cinco unidades nuevas, obras que estaban detenidas y no tenían fecha de inauguración. También se habilitaron camas en instalaciones no hospitalarias a través de la unidad temporal en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
Zoé Robledo abundó que con la empresa mexicana CEMEX, el IMSS sumó 418 camas más con la construcción de 11 unidades hospitalarias de 38 camas cada una, infraestructura que pertenece al Instituto y no es temporal. “Construir en el IMSS un hospital de 418 camas nos hubiera costado cerca de dos mil 800 millones de pesos, y esto hubiera tardado por lo menos dos años y medio para ponerlo en operación, mientras el costo de estas 11 unidades fue en total, de 187 millones de pesos”.
Desatacó que como en el resto del mundo, para el IMSS proteger al personal de salud es y sigue siendo una prioridad, por ello, hasta ahora se cuenta con una cobertura semanal de “783 mil respiradores, 1.1 millones de cubrebocas, 159 mil goggles y caretas, 1.2 millones de pares de guantes y 1.2 millones de batas”; y además, 279 mil trabajadores han sido capacitados en diferentes etapas de la pandemia.
“Todo esto es lo que ha permitido que un cuarto de millón de contagiados por COVID hayan sido atendidos por el IMSS, de los cuales, casi 100 mil fueron hospitalizados en alguna de nuestras camas, atendidos por alguno de nuestros médicos y médicas, enfermeras y enfermeros, que hicieron todo lo que estaba en sus manos para salvarlos”, refirió.
El director general del IMSS concluyó que en conjunto con el sector salud se ha diseñado la Guía de Continuidad para garantizar los servicios en las unidades médicas, donde se considera “el incremento de seis mil 462 plazas permanentes para inicios del 2021” en esta estrategia de continuidad.