No es lo mismo migrar siendo hombre que siendo mujer: Sandy Torres

*La importancia de visibilizar estas situaciones, agregó, es poder cambiar las leyes que regulan las migraciones, volverlas más incluyentes desde una perspectiva de género.

Con la inclusión de los estudios de género, dijo Sandy Guadalupe Torres Chávez en una videoconferencia organizada por la Facultad de Derecho de la Universidad de Colima, se pudo ver que aunque hombres y mujeres migran por causas similares, no es lo mismo migrar como mujer que como hombre, y tampoco que lo haga una mujer estudiada que una mujer pobre que no pudo ir a la escuela.

Sandy Torres, abogada internacional en materia de Derechos Humanos y Migración, impartió la conferencia “Importancia de los Estudios de la Migración con Perspectiva de Género”, a las alumnas y alumnos de esta facultad.

Antes de 1980, dijo, los estudios de migración se enfocaban en aspectos como el socioeconómico y desde una perspectiva androcéntrica; esto es, sólo aquello que tenía que ver con el hombre. Esto cambió en los ochenta con la mirada de los estudios y perspectiva de género. Por siglos, dijo, “a la mujer migrante se le reconocía como un ser ‘asociacional’; relacionaban su migración con el querer estar con su pareja. La mujer quiere estar con su familia, decían, dejando de lado todos los aportes sociales, económicos, culturales, que las mujeres migrantes brindan”.

Gracias a esta nueva perspectiva, agregó, “se vio que las mujeres migran porque también quieren una mejor calidad de vida; no están conformes con lo que tienen y quieren alcanzar sus propios objetivos”. Sobre todo, esos estudios “visibilizaron que las mujeres también migran por la violencia que viven en casa, la violencia sistematizada, estructural, del gobierno, del país”.

De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones, compartió, el 3.5% de la población mundial está integrada por personas migrantes. De ese total, que son alrededor de 271.5 millones, el 52% son hombres y el 48% son mujeres. Además, de ese total, unas 2.5 millones son víctimas de la trata de personas; de éstas últimas, un 72% son mujeres.

A esto se suma, dijo, que en México la violencia hacia las mujeres migrantes, que cruzan por nuestro territorio hacia Estados Unidos, es mayor; “además de los abusos que ya sufren los migrantes en general, las mujeres sufren otros abusos, como el sexual y el acoso sexual, por parte de las autoridades que deberían protegerlas”.

La importancia de visibilizar estas situaciones, comentó, es poder cambiar las leyes que regulan las migraciones, volverlas más incluyentes desde una perspectiva de género.