*Junto con Aguascalientes son las entidades que contaron con el menor número de personas para la seguridad pública durante 2019.
Alfredo Quiles Cabrera
Colima y Aguascalientes son dos de las entidades del país que contaron con el menor número de personas para la seguridad pública durante 2019. De acuerdo con datos del Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales del Inegi.
Durante el año pasado estos gobiernos destinaron sólo a 755 y 621 elementos para velar por sus ciudadanos, respectivamente.
Según lo recomendado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), el mínimo de policías por cada mil habitantes debe de ser de al menos 2.8 elementos. En el caso de México, el estándar mínimo es de 1.8 por cada mil habitantes, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
De acuerdo con el Modelo Óptimo de la Función Policial del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), con corte a junio de 2020, Aguascalientes tiene una población de un millón 415 mil 421 personas, con 657 elementos operativos, es decir, aproximadamente tiene 0.46 policías por cada mil habitantes. En el caso de Colima, la población es de 772 mil 842, con 659 elementos, o sea, cerca de 0.85 policías por cada mil ciudadanos.
A esto se agrega la falta de capacitación entre los oficiales: el documento del SESNSP indica que en Aguascalientes sólo 138 policías cursaron los tres talleres del Programa Rector de Profesionalización; en Colima la cifra no es tan baja: 613 cursaron la totalidad de esos módulos de actualización, en los que se capacita en materia de ciencia forense e investigación criminal.
La falta de personal en las policías estatales contrasta con la percepción de inseguridad en ambas entidades.
En Colima capital, 54.3 por ciento de la población mayor de edad se sintió insegura en su ciudad durante septiembre de este año; en Aguascalientes, 51.4 por ciento de la población expresó la misma sensación, de acuerdo con la última entrega de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública (ENSU).
Además, en Colima 69.5 por ciento de sus ciudadanos adultos expresó que no tiene esperanza en que las condiciones de inseguridad mejoren en su estado en los próximos 12 meses. En Aguascalientes, la percepción en ese mismo rubro fue de 60.9 por ciento.
La incidencia de crímenes también tiene parte relevante en el contexto. En el último trimestre del año, 58.3 por ciento de la población de Aguascalientes contó que fue víctima de robos o que se enteró de que se cometió este delito en los alrededores de su hogar. En Colima 51.7 de la población padeció de esto.
El pasado miércoles, el titular de la Secretaría de Seguridad, Alfonso Durazo, dio a conocer que Aguascalientes encabeza la lista de las entidades con mayor incidencia en secuestros, con una variación de 87.5 por ciento en septiembre respecto al mismo mes del año pasado.
Sin embargo, aunque los medios locales han dado cuenta del incremento en ese delito de alto impacto, el titular de la Fiscalía General del estado, Jesús Figueroa Ortega, resaltó recientemente que esa escalada se debe a que también se contabilizan como secuestros los robos en los que las víctimas fueron privadas de su libertad, aunque haya sido durante unos minutos.
En Colima, el crimen que más incide es el homicidio doloso, que va al alza, con un incremento de 46 por ciento entre agosto y septiembre pasados, de acuerdo con los registros en las carpetas de investigación contadas por el SESNSP.