Derivado de un reporte ciudadano que situaba un Tucán pico canoa (Ramphastos sulfuratus) en la Colonia Narvarte de la Ciudad de México, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) se trasladó a dicha colonia para poner en resguardo al ejemplar.
Le ejemplar se encuentra en regulares condiciones de salud, motivo por el cual fue trasladado a una Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre en donde se le proporcionará alimentación adecuada, así como los cuidados médicos veterinarios necesarios para garantizar su sobrevivencia.
La Profepa le recuerda a la ciudadanía que cualquier persona que posea o compre estos ejemplares contribuye en una actividad ilícita que se castiga hasta con 9 años de prisión y la obligación de reparar el daño ocasionado.