El sueño de buena calidad es esencial para la salud y el desarrollo integral de las niñas y los niños, los mantiene alerta, mejora su memoria y concentración, lo que propicia mayor control de sus impulsos y emociones, y por tanto, un mejor desempeño académico, detalló la doctora Blanca Villaseñor Anguiano, neuróloga pediatra del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Colima.
Mencionó que los hábitos de descanso adecuado favorecen la salud mental y física, por lo que es necesario establecer una hora fija para dormir en vacaciones y en horarios escolares, así como ante situaciones de cambio de rutina durante la emergencia sanitaria por COVID-19.
Recomendó que las niñas y niños duerman entre ocho y 10 horas al día, ya que esto hace que su comportamiento sea más equilibrado y disminuye en gran medida problemas de irritabilidad o agresión.
Villaseñor Anguiano, indicó que es indispensable que se tenga una rutina de sueño adecuada; entre más pequeño sea la o el niño, debe dormir más horas, ir a la cama entre las 20:00 y 21:00 horas, para dormir de 10 a 11 horas diarias durante la noche.
Señaló que también es aconsejable evitar comer o beber en exceso, por ello el último alimento de preferencia debe ser a las 19:00 horas, ya que el proceso digestivo generará pesadez y ganas de acudir al baño, lo que repercutirá en un buen descanso.
Así mismo, sugirió un baño con agua tibia, leer un cuento o dedicar tiempo en familia para que los padres reflexionen con sus hijos, sean niños o adolescentes, sobre su día, lo que hay que agradecer y mejorar.
Para dormir, utilizar ropa de algodón exclusiva para este fin, limpia y cómoda, y evitar consumir bebidas azucaradas o con alto contenido de cafeína, como refrescos de cola o café.
Destacó que es de suma importancia evitar que las niñas y niños vean televisión en exceso, esto incluye todos los aparatos electrónicos como tabletas, celulares o computadoras, ya que éstos influyen directamente en el sistema hormonal, en especial en la hormona llamada melatonina, que por el estímulo de luz que producen dichos dispositivos no permiten el correcto funcionamiento en el sueño, descanso y crecimiento.
El participar en actividades físicas es de suma importancia, sin embargo, éstas deberán ser en un horario que no exceda las 18:00 horas, ya que de lo contrario pudieran condicionar insomnio.
Por el contrario, Villaseñor Anguiano alentó a favorecer pasatiempos como la lectura o la conversación en familia, lo que contribuirá en la relajación y facilitará la rápida conciliación del sueño. Si escuchan música para propiciar el sueño, debe ser a bajo volumen y relajante, puntualizó.
Procurar un ambiente donde la o el pequeño se sienta cómodo: una cama y almohada confortable, una habitación con iluminación cálida, cobertores ligeros que lo mantengan arropado; estos factores intervienen en un óptimo descanso, señaló la especialista del IMSS.
También comentó que con los recién nacidos se deben evitar las almohadas y los cobertores, ya que pueden producir la llamada “muerte de cuna”.
Concluyó que es importante fomentar desde la infancia hábitos saludables de sueño, ya que en cualquier etapa de la vida dormir bien ayuda al bienestar físico y mental, así como al buen rendimiento y armonía en diversos ámbitos de la vida cotidiana.
De lo contrario, pueden existir trastornos del sueño como los terrores nocturnos o el sonambulismo, que en su mayoría son propiciados por malos hábitos al ir a dormir.
“Esta emergencia sanitaria nos da muchas oportunidades, una de ellas es el acercarnos a nuestros hijos antes de dormir, demostrar afecto, leer un libro, saber qué piensan y sienten, darles confianza y saber que todos unidos saldremos adelante”, finalizó.