La diputada federal Claudia Yáñez Centeno declaró que con la inmersión o hundimiento controlado de un barco más para el establecimiento de arrecifes artificiales en la zona de bajos donde se practica la pesca frente a las costas de Manzanillo, se abren mejores opciones para el restablecimiento del ecosistema marino en esa zona y probablemente posibilitarán en el mediano plazo una mayor productividad de peces para beneficio de los pescadores colimenses.
Agradeció la invitación que el titular de la Administración Portuaria Integral (API) de Manzanillo, Héctor Mora Gómez, le hizo para participar de manera presencial en el acto de hundimiento de un tercer barco donado por la empresa Martuna, S.A. de C.V. y aprovechó para expresar un reconocimiento a los pescadores que durante un año y con financiamiento de API se hicieron cargo del proceso de limpieza y acondicionamiento de la estructura, en su compromiso por contribuir al mejoramiento de la biodiversidad para el desarrollo sostenible en esta parte del océano Pacífico.
Recordó la diputada de Morena que en julio de 2019 la empresa filial de Grupomar fundada por Don Antonio Guerra hizo la donación de tres buques atuneros en desuso y desde entonces se ha venido trabajando para la obtención de las autorizaciones correspondientes por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), la Capitanía de Puerto y otras instancias involucradas en el tema, atendiendo los requerimientos de SEMARNAT y SEMAR, verificando que el lugar elegido no representa ninguna afectación a la actividad portuaria o paso de buques mercantes.
En el marco de la inmersión de “El Diamante”, comentó Claudia Yáñez que en el imaginario de la gente está siempre la sensación dramática de sozobra e impotencia ante el hundimiento de un barco, pero en esta ocasión no se trata de un naufragio, sino que se hizo de manera programada y es para buscar un doble beneficio al ecosistema marino y a la productividad pesquera, ya que los arrecifes artificiales se convierten en hábitat y zonas de reproducción.
Al destacar la participación del gobierno del estado, así como de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) a través del Instituto Nacional de la Pesca (INAPESCA) y del Centro Regional de Investigación Acuícola y Pesquera (CRIAP) Manzanillo, que hizo los estudios respectivos sobre la eventual afectación o mejoramiento, indicó que de esta forma se atienden las demandas de 13 cooperativas pesqueras colimenses, de realizar acciones conjuntas para recuperar ecosistemas marinos que se han visto afectados por factores como la intensa actividad costera.
Dijo la diputada que ha mantenido comunicación permanente con el CRIAP, organismo que señala que “la Bahía soporta una intensa actividad pesquera, tanto comercial como deportiva, por lo que el funcionamiento de los arrecifes artificiales como sitio de refugio y reproducción de peces
representará un aporte importante para sustentabilidad de la actividad pesquera; además de que por su cercanía, se facilita la realización de actividades de investigación, educación ambiental y con potencial turístico”.
Indicó que conforme lo indica el CRIAP, el hundimiento de este barco que incide en un polígono de tres kilómetros cuadrados se hizo una vez obtenido el manifiesto de impacto ambiental y el permiso de vertimiento para el hundimiento controlado, cumpliendo con todas las medidas ambientales, previendo los materiales y limpieza de los mismos y con un sistema de anclaje que permita mantener las estructuras fijas en el fondo marino y en sitios que no afectarán de manera alguna el ecosistema, y se esperan resultados a mediano y largo plazo.
Detalló que este jueves 23, a las 9:30 inició el proceso de hundimiento; a las 10:46 comenzó a hundirse por la apertura de válvulas de fondo para que entre el agua al interior; luego bombearon agua al interior, y el mismo desgaste permitió el ingreso de agua de mar. A las 11:15 desembarcaron la tripulación del diamante y finalmente a las 11:58 quedó hundido para transformarse de estructura metálica en arrecife artificial.
Al respecto mencionó que en varias partes del mundo, la mano del hombre se ha tenido que encargar de crear ecosistemas artificiales acuáticos donde no existen en la naturaleza, y en este caso, a partir de hoy lo que sigue es la colaboración y el compromiso de los pescadores para cuidar y respetar esa área de no pesca durante un período determinado, en espera del mejoramiento de la biodiversidad.
Finalmente, Claudia Yáñez dijo que, como lo establece la Organización de las Naciones Unidas (ONU), -“La biodiversidad y los ecosistemas marinos mantienen la salud del planeta y sostienen el bienestar social”. Por eso no podemos escatimar esfuerzos en este tipo de acciones y sí esperamos que continúe el compromiso de las instituciones y de las personas involucradas, en este caso de los pescadores, concluyó.