Por Vladimir Parra Barragán
“Sabemos que los decididores deciden como locos o miserables y que mañana o pasado alguien decidirá que no decidan” Mario Benedetti, como si fuéramos inmortales.
El 7 de julio, día de la ignominia y el atropello que se cometió al pueblo por órdenes del gobernador José Ignacio Peralta Sánchez, quien con diputados cómplices del PAN, MC, Verde, PANAL, independientes y por supuesto, de su partido, avalaron el atraco de 740 millones, será recordado como otro evento más de la ignominia de este régimen decadente.
El Comité Anticorrupción también pronunció en contra de las formas en que se aprobó ese crédito millonario, siendo un HISTÓRICO PRONUNCIAMIENTO, exigiendo un parlamento abierto, en la pugna por la máxima difusión en un tema tan importante para los colimenses como lo es un endeudamiento. Reconozco a la maestra Isela Guadalupe Uribe Alvarado por su valiente posicionamiento, porque significa que sí hay autonomía, que sí hay independencia, que sí hay ideales, y para eso están las instituciones, que no deben estar al servicio del gobernador.
Sin embargo, se perpetró esta chicanada, esta simulación en la comisión de Hacienda. No nos escucharon porque había un compromiso ya hecho con el gobernador, una presión, un capricho de José Ignacio Peralta Sánchez para que se llevara a cabo a como diera lugar; sin importar de que se violara la ley. Poco les importó que los colimenses no estuvieran informados; se tuvieron que comprar conciencias, se tuvo que recurrir a la violencia, al autoritarismo: se tenía que aprobar a como diera lugar ese crédito.
El bloque de partidos anti-pueblo ya tenía su orden bien clara, y fue Guillermo Toscano, ahora diputado sin partido (porque renunció cobardemente a la bancada de Morena) el encargado de convocar de manera sucia y sin respetar el proceso que debe seguirse, a una sesión virtual, que no fue pública y que no cumplía con los requisitos legales mínimos.
En esa sesión virtual, de forma ilegal, destituyeron como secretaria de la mesa directiva a la compañera Claudia Aguirre por negarse a ser cómplice de esa sesión plagada de inconsistencias, además, no se nos dio la voz, apagaron nuestros micrófonos y todo, absolutamente todo, se hizo sin respetar nuestra Ley Orgánica. Ahí mismo, decidieron que cambiarían de sede, insistiendo en aprobar ese mismo día, a espaldas del pueblo, una deuda pública más, puesto que insistimos, ya tenían la orden desde el gobierno del Estado.
Se reunieron 15 de 25 diputados, entre ellos, algunos que llegaron con el respaldo de Andrés Manuel López Obrador y de la 4T y que ese día brillaron por su traición: Memo Toscano (ahora sin partido), Julio Anguiano (con un proceso de expulsión de Morena), Miguel Ángel Sánchez (ahora del Verde), Fernando Escamilla (ahora del Verde) y Lizeth Anaya (ahora sin partido). Todos ellos, le dieron la espalda al presidente y a su proyecto, para ahora ser cómplices del viejo régimen y ser parte de las canalladas de este gobierno que nos ha dejado saqueo, violencia, corrupción y la deuda pública más alta en la historia de Colima.
Con antimotines y usando la fuerza, evitaron que entráramos a la sesión, puesto que sabían que no íbamos a dejar que se cometieran esos atropellos. La Policía Estatal comandada por el director del Sistema de Seguridad Pública, recibiendo órdenes del Gobierno del Estado, nos agredió físicamente con tal de impedirnos la entrada, mientras en el interior, los traidores al pueblo avalaban el atraco.
No por eso debemos parar, creemos que la resistencia civil debe seguir. La justicia, aunque a veces tarda, siempre llega y no nos vamos a cansar. Ya hemos presentado 2 recursos jurídicos, uno dirigido al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y otro en la Comisión de Derechos Humanos del Estado, como parte de la estrategia para impugnar e invalidar esa sesión ilegal a la que se prestaron el PRI, PAN, MC, Verde, y Nueva Alianza, el bloque anti-pueblo.
Todo esto representa el ocaso de un régimen que tiene décadas dando la espalda a la gente. Vemos ahora su nula aprobación por las y los colimenses, lo que se constata en cada encuesta que se realiza, en las que Nacho Peralta resalta por ocupar el penúltimo lugar entre los 32 gobernadores.
Su cerrazón ante la violencia lo ha llevado a no cambiar nada su estrategia de seguridad, ganándose con ello el rechazo de la población. Su desatino al llevar la contraria a las autoridades federales en el tema del Covid-19 ha dejado un hartazgo generalizado entre la ciudadanía, que ven en las decisiones del gobierno del estado un cúmulo de errores.
Estamos ante un régimen que va de salida, que al no contar con el apoyo popular, se respalda en otros gobiernos igual de repudiados por sus pueblos, conformando un bloque de gobernadores anti-AMLO que no dan una. Paseos, aviones privados, banquetes y despilfarro es lo que hacen a la perfección y eso la gente lo nota.
Este es el inicio de la muerte del régimen Priista y de sus cómplices. En Colima jamás volverá a ganar el PRI y todos sus cómplices estarán destinados a que la historia los juzgue como lo que son: canallas. Colima es mucho pueblo y ante ello, la corrupción y la injusticia pronto se ira y ya no volverán.