Entre marzo y junio, al agudizarse los efectos de la crisis de salud y económica en el país, los gobiernos locales han adquirido deuda por 54 mil 807 millones de pesos en 54 préstamos distintos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Se especifica que 30 mil 837 millones de pesos tienen el objetivo de cubrir insuficiencias de liquidez.
La política de no adquirir nuevo endeudamiento que promueve el gobierno federal tiene su contraparte en los gobiernos estatales de Baja California, Chihuahua, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Oaxaca, Quintana Roo, Sonora, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán, así como algunos municipios que en los últimos cuatro meses han contratado líneas de financiamiento.
Todos los estados enfrentan una caída en las participaciones que reciben tras el retorno de la recaudación. En mayo, según los datos más reciente publicados por la SHCP, se repartieron 65 mil 148 millones de pesos entre las entidades, 23.2 por ciento menos que en 2019. En el acumulado de enero a mayo recibieron 402 mil 927 millones de pesos, 0.6 por ciento menos que el año pasado.
En este contexto, algunos estados –gobernados por PRI, PAN, PRD, MC y Morena- se han volcado por deuda. Quintana Roo en primer lugar. La administración de Carlos Joaquín contrató en mayo nueve créditos, entre los que incluyó refinanciamientos, coberturas para liquidez y uno más para inversión productiva. En suma, 18 mil 948 millones de pesos.
Jaime Bonilla, en Baja California, contrató deuda por 12 mil 450 millones de pesos, un par de los préstamos con Banobras, otros con Banorte, HSBC y Banamex para cubrir insuficiencias de liquidez y para inversión productiva.
En Oaxaca, el gobierno pidió a Banobras dos líneas por 6 mil 792 millones de pesos para refinanciamiento de compromisos previos. En Michoacán, el gobierno de Silvano Aureoles contrató deuda por 4 mil 90 millones de pesos, la mitad para liquidez y la otra para inversión productiva.
En Jalisco, cuatro créditos por 3 mil 400 millones se adquirieron entre abril y mayo a BBVA, Santander y Banorte para cubrir insuficiencias de liquidez. Con los mismos bancos y con el mismo fin, Nuevo León se endeudó por 2 mil 291 millones.
Además de estos, Guanajuato adquirió deuda por mil 500 millones de pesos; Chihuahua, por mil 450 millones; Sonora, mil 345 millones; Veracruz, 450 millones, así como Yucatán y Tamaulipas, ambos por 300 millones de pesos.
El resto de las entidades que se han endeudado en esta coyuntura son los municipios de Asientos y Calvillo (Aguascalientes); Tijuana (Baja California) –donde el endeudamiento suma 2 mil 370 millones de peso–; Berriozábal, Frontera Comalapa, Solosuchiapa y Teopisca (Chiapas); Comala y Manzanillo (Colima); Toluca (México); Bahía de Banderas (Nayarit); Apocada (Nuevo León) y Puerto Morelos (Quintana Roo).
Las sobretasas a las que los municipios estarán pagando a los bancos privados alcanzan hasta 13.27 por ciento.
Nota publicada en La Jornada.