Todo inició con una llamada proveniente del Penal de Tamaulipas, la cual llegó al celular de un joven colimense que se encontraba en una cancha del estado de Colima, emprendió una fatigante y espeluznante odisea, el secuestro virtual.
Quienes llamaron al joven, usaban un lenguaje agresivo, ofensivo y grosero empiezan a manipular lo, diciéndole que lo están vigilando, también, lo asustan mostrando que tienen información personal de él, como los nombres de sus padres, para luego amenazarlo, diciendo que torturarían y matarían a sus padres si no acataba las instrucción que ellos le daban… Así comienza la pesadilla…
Advirtiendo que se encontraban colgados de la línea telefónica del muchacho, lo primero que le indican los secuestradores fue que comprara otro chip para celular con el que se comunicaría con ellos, mientras que el propio lo mantenían ocupado los delincuentes.
Para iniciar el engaño, le indicaron que llamara a sus padres y les dijera que estaba secuestrado, esta noticia congeló a los padres, a quienes les invadió el miedo por el bienestar de su hijo; luego los delincuentes exigieron dinero como rescate, el cual deberían depositar en una cuenta bancaría, siempre usando un lenguaje agresivo.
El muchacho se quedó con un amigo para dormir, único momento que lo dejaban descansar los ´secuestradores, ya que, desde la madrugada lo volvían a llamar, acaparando la línea impidiendo que entrara o se realizaran llamadas, mientras lo mantenían en movimiento, para evitar que el teléfono se apagara, le indicaban que se metiera a algún negocio para recargar la batería; ya que si se cortaba la comunicación, lo llamaban incesantemente hasta que respondiera, luego lo interrogaban exigiendo razones por las que no contestaba.
También le hicieron una videollamada, para reiterar que se encontraba solo el joven colimense, quien pudo ver del otro lado de la pantalla a hombres encapuchados
Para que reafirmar el secuestro, los delincuentes le ordenaron que se tomara fotos con los ojos vendados y con las manos en la espalda, simulando que se encontraba atado, estas imágenes fueron enviadas a sus padres desde el número del joven, quienes ya habían llamado al 911.
Los Agentes de la Físcalía General del Estado de Colima, ya estaban dando seguimiento al caso, y fueron las fotos la pista necesaria para saber que se trataba de un secuestro express; informaron a los padres, que el joven se había tomado las fotos y que él mismo se había vendado los ojos, que nadie más estaba con él y que su hijo estaría bien.
Para romper el control que tenían los secuestradores, los padres siguieron las indicaciones de la FGE, no contestar las llamadas provenientes del número desconocido, posteriormente, los agentes se encargaron de rastrear el origen de la llamada, la cual provenía del Penal de Tamualipas, finalmente, lograron localizar al muchacho.
La experiencia que tuvo la familia colimense, afortunadamente no tuvo un final trágico, vivieron momentos de miedo e incertidumbre que no le desean a nadie, pero ahora saben cómo evitar ser víctimas de secuestro virtual.
1.- Informar siempre a tu familia dónde y con quién estás.
2.- Si está por descargarse tu celular o tienes que apagarlo, avisa a personas de tu confianza.
3.- Evita guardar tus contactos familiares como papá, mamá, hijo, hija, amor, etc.
4.- Recuerda no prestar tu celular a personas desconocidas.
5.- Procura contar con una clave de acceso a tu dispositivo móvil.
Sí recibes una llamaba en la que argumentan tener investigada tu línea, cuelga, es una extorsión: mantén la calma, no des información, ubica a tus familiares. Pon atención a quien te llama, anota el número telefónico, hora de llamada, datos relevantes sobre tu interlocutor y llama al 089 o 911.