*El psicólogo Juan Pablo Venegas compartió algunos cambios que tanto niños como adultos mayores pueden experimentar durante este aislamiento, así como algunas actividades que se pueden llevar a cabo para que este proceso sea más llevadero.
La epidemia causada por la enfermedad del Covid-19, ha permitido entender que no sólo es importante cuidar la salud física de las personas, sino también su salud mental, pues es en estos momentos cuando el confinamiento genera o incrementa ciertos síntomas que afectan la vida diaria de las personas, entre ellos niños y adultos mayores.
El psicólogo Juan Pablo Venegas Batista, del departamento de Psicología del Centro de Desarrollo de la Familia Universitaria (Cedefu) de la Universidad de Colima, compartió en entrevista algunos de los cambios que tanto los niños como los adultos mayores pueden experimentar durante este aislamiento, así como algunas actividades que se pueden llevar a cabo para que este proceso sea más llevadero.
En niños y niñas, comentó, “podemos observar cambios abruptos, pues están más irritables y apáticos; se pueden aislar y en algunos puede haber llanto y desesperación; esto es, que estén pasando por ansiedad, tristeza o desesperación al no poder salir, cuando tenían ya una rutina de ir a la escuela, regresar y salir a jugar”.
Además, comentó que los adultos mayores pueden tener desinterés por algunas situaciones o sentir miedo y soledad; sobre todo, dijo se debe poner principal atención en aquellos adultos mayores que viven sin compañía, pues son ellos quienes van a estar más propensos a sentirse solos y pensar que la vida no tiene sentido, “es aquí donde tenemos que poner mucha atención, porque esto les puede generar también desinterés por alguna actividad cotidiana, como asearse o comer; a estos síntomas les tenemos que poner mucha atención”.
En estos casos sugirió establecer redes de apoyo en torno a los adultos mayores, en especial con aquellos que viven solos, “tratemos de buscar ese vínculo ayudándoles a hacer llamadas o video llamadas a quienes tengan un familiar fuera; habrá quienes sepan moverse en las redes sociales, pero quienes no puedan, ahí podríamos ayudarlos. Es importante que se mantengan con la mente ocupada realizando manualidades u otras actividades, con el propósito de que no dejen de hacer sus funciones básicas como comer o bañarse, porque si esta situación se prolonga, puede generar en personas mayores un deterioro”.
En el caso de los niños, añadió, es importante que se les explique la situación; “hay muchos papás y mamás que tienden a disfrazar o inventarse una historia para justificar lo que está pasando; sin embargo, es importante decir lo que está pasando con un lenguaje que entiendan, por ejemplo, que ahorita en el mundo hay una enfermedad que está afectando a las personas y que no salir nos va a ayudar a no enfermarnos”.
Otra estrategia que compartió el psicólogo, es que los pequeños dibujen o hagan a partir de la plastilina lo que ellos creen que es el virus, para que definan y sean conscientes de la situación; “eso les ayudará a entender y que no caigan en desesperación”. También es importante dijo, establecer rutinas que les permitan a los papás tener orden en casa, que el niño pueda realizar las tareas de la escuela y que a la vez le puedan dedicar tiempo a la diversión, para que a través del juego canalicen el estrés y la ansiedad que puedan sentir por estar encerrados.
“En caso de que puedan comunicarse con sus tíos o primos, que lo hagan a través de video llamadas, eso de algún modo los ayudará a sobrellevar la situación. Es importante que los papás les den obligaciones; tienen que asumir esta parte de la responsabilidad: que no están de vacaciones, que sólo se cambia la modalidad de tomar clases. Lo mismo sucede con los jóvenes; los papás deben darles obligaciones y estar pendientes de ellos porque hay muchos que están tomando a juego su responsabilidad académica”, añadió.
Venegas Batista propuso a los padres de familia utilizar el internet como un medio de apoyo para que los menores realicen sus tareas, “los padres no dominan muchos temas; entonces, si sólo utilizan el internet para el ocio, que ésta sea una oportunidad para que lo conviertan en una ventana de aprendizaje. Tenemos que adecuarnos a estos tiempos, pero también hay que recordar que no es para siempre”.
Finalmente, el psicólogo del CEDEFU pidió ver a esta epidemia como un área de oportunidad en la que se puede generar una mayor integración familiar, “algunas conviven poco o casi no se ven; entonces, que hagan algunas actividades en conjunto. Que los papás enseñen a hacer algunas actividades domésticas, que arreglen ciertas cosas que se empiezan a descomponer; que inviertan su tiempo en actividades como leer o meditar, pero no ver el encierro como algo tedioso, sino como la oportunidad de generar algo positivo, porque esto no va a durar toda la vida”.