Entre abril y junio, período de cosecha, las calles de Venezuela se pueblan de vendedores ambulantes ofreciendo la fragante y sabrosa ciruela de huesito. En México y varios países de centroamérica, de donde es oriunda, la llaman jocote, voz indígena que deriva del náhuatl xocotl, cuyo significado es fruta.
En el oriente venezolano sus frutos son tan esperados que hasta festivales le han dedicado. Por supuesto, la fruta fresca (roja o amarilla) es una delicia adictiva, pero jugar en la cocina obliga y hoy hemos querido ofrecerles una receta para trasformarla en dulce. ¡Será otro de sus vicios!
La receta es tomada del libro de dulcería criolla venezolana Estelas de Bien, que, según refiere el blog Anís y Papelón, fue escrito por un grupo de mujeres que se unieron para aportar sus preparaciones familiares.
Dulce de ciruela de huesito
(Rinde para un frasco de 500 ml)
Ingredientes
500 g de ciruelas de huesito pintonas
250 g de azúcar
500 ml de agua
3 clavitos de especia (opcional)
Preparación
Lavar las ciruelas y quitarles el tallito.
Ponerlas en una olla con el agua y llevarla al fuego hasta que hierva. Cocinar durante 15 minutos.
Sacarlas del agua y esperar a que se enfríen. Reservar el agua.
Cuando las ciruelas estén frías, sacarles el huesito, procurando que queden enteras.
Poner de nuevo al fuego el agua reservada y añadir el azúcar. Cocinar hasta que tenga la consistencia de un almíbar claro (unos 5 minutos).
Incorporar las ciruelas y los clavitos de especia, en caso de usarlos, y dejar hervir a fuego medio, durante otros 15 minutos.
Por último, dejar enfriar y guardar en un envase de vidrio en la nevera.
Estimulantes y saludables
Además de ser un fruto jugoso y de delicado sabor agridulce, las ciruelas de huesito brindan múltiples beneficios al organismo. Cómo no adorarlas. Lea qué tan buenas son.
El consumo diario o frecuente de esta fruta ayudaría a prevenir el cáncer de pulmón y el cáncer de boca.
Contiene vitaminas y minerales que colaboran con la buena salud del organismo. Además, las ciruelas de huesito no poseen grasas saturadas y son bajas en calorías.
Consumir diariamente una o más ayuda a fortalecer el sistema inmunológico ante inflamaciones, agentes patógenos y radicales libres.