El rey Felipe VI ha renunciado a la herencia que personalmente le pudiera corresponder de su padre, don Juan Carlos, así como a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen pueda no estar en consonancia con la legalidad o con criterios de rectitud.
La Casa Real ha hecho público un comunicado en el que informa además de que don Juan Carlos deja de percibir la asignación que tiene fijada en los presupuestos de la Casa de Su Majestad el Rey.
Con información de EFE