*Los estudiantes realizaron distintas actividades como la venta de paletas de hielo, dulces regionales y acopio de pet para obtener recursos y adquirir 650 vasos y 650 platos que donaron a la cafetería escolar.
Como parte de sus actividades académicas, estudiantes del Bachillerato 30 ubicado en La Albarrada, diseñaron una estrategia para eliminar el 100 por ciento del material desechable que se usa en la cafetería, la cual presta sus servicios a casi mil adolescentes que cursan su educación media superior, tanto del 30 como del 15, que es el turno vespertino.
Dicho proyecto, coordinado por el profesor Daniel Pérez Mata, obtuvo el respaldo de la directora general del Cedefu, Alicia López de Hernández e involucró la participación del equipo “Amoxoaques”, integrado por Abril Sánchez, Irvin Mendoza, Óscar Lorenzo, Keyla Zurita, Fernanda Olivera, Melanie Velasco, Rafael Ceja, Fernanda Colin, Gabriela Dennis y Nora Toscano.
Durante un año, ellos realizaron distintas actividades como la venta de paletas de hielo, dulces regionales y acopio de pet para obtener recursos y adquirir 650 vasos y 650 platos que donaron a la cafetería escolar con el fin de que ya no sirvan los alimentos y bebidas en material desechable.
Este proyecto en favor del cuidado del medio ambiente también favorece la economía del estudiantado, a quienes se prorrateaba el costo de los vasos y platos desechables empleados en los alimentos que consumían.
Cabe mencionar que los Amoxoaques, según la leyenda prehispánica, eran conocidos como hombres y mujeres árbol que habitaban los bosques y selvas del territorio mexicano para proteger a la naturaleza que adornaba estos maravillosos parajes. La leyenda cuenta que dejaron a un lado su forma humana cuando surgieron del árbol de la vida llamado Tonacacíhuatl, en la ciudad de Tamoanchan, pueblo que se encontraba arriba del lugar donde se inventó el pulque, un sitio exclusivo para los llamados dioses del panteón azteca.
Otra leyenda asegura que los hombres árbol vivían en paz en la época del Cuarto Sol, reino que corrió a cargo de Quetzalcóatl. Sin embargo, cuando Tezcatlipoca envió un diluvio intenso a la Tierra (que duró 52 años), casi todos los amoxoaques murieron.
Ahora sólo quedan pocos alrededor de los bosques de México, cuidando que nadie les haga daño y castigando a quienes lo hacen. Se esconden entre las plantas, como centinelas que velan por la conservación de la madre tierra. Los estudiantes se apropiaron de esta leyenda para cuidar el medio ambiente.