Corría el año de 1943, en “San Juan de Las Colchas”(Nombre Original de “San Juan Nuevo”) los pobladores vivían una vida tranquila, la mayoría se dedicaban al oficio de la industria textil (De ahí su nombre “De Las Colchas”), mismo que aprendieron de los frailes Franciscanos que llegaron a la zona. El pueblo era próspero, alegre y muy conocido en la región sin embargo todo cambió drásticamente cuando el sábado 20 de febrero del año ya mencionado nació cerca de la población el Volcán Paricutin. Renuentes a dejar su población resistieron la carga que conlleva vivir en las faldas de un volcán hasta que el 10 de mayo de 1944 los habitantes se vieron forzados a tomar sus pertenencias y abandonar San Juan De Las Colchas. Llevando por delante a su santo patrono “El señor de los milagros” dejaron ese pueblo alegre y próspero, del cual, sólo ruinas quedaban.
Después de mucho caminar llegaron a la “Tierra Prometida” por su Señor De Los Milagros, ahí comenzaron de nuevo, creyentes y más unidos que nunca decidieron renombrar a esas tierras como “San Juan Nuevo”.
Francisco Lázaro, uno de los pocos sobrevivientes a la época cuando nació el Paricutín recuerda que por mucho tiempo llovió arena: “Parecía el final de los tiempos, que el mundo iba a acabar. No vimos el sol por muchos días. Y perdimos nuestras cosechas. Teníamos mucho miedo”, afirma.
Y no en balde: el nacimiento del volcán acabó con dos pueblos, Paricutín y San Juan Parangaricutiro.
De Paricutín, cuyo nombre tomó el volcán, no quedó nada.
De San Juan Parangaricutiro, quedó sólo la iglesia, medio sepultada en la lava.
Algunos dicen que fue un milagro que, aunque la lava la rodeó, respetó el altar.
Lázaro dice el sacerdote del pueblo les había dicho que iban a sufrir un castigo, así que muchos creyeron que a eso de debió la erupción.
Cabe mencionar que en purépecha Paricutín significa “Lugar al otro lado”.