*La directora del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático opinó sobre el papel de las universidades en materia de transición energética y desarrollo sustentable.
La directora del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INEC), Amparo Martínez Arroyo, respecto al I Encuentro de Cambio Climático y Transición Energética en las Instituciones Públicas de Educación Superior que se realizó hace días en la Universidad de Guadalajara, dijo que “las universidades y quienes hemos pasado por ellas tenemos la obligación de retribuir a nuestras comunidades ayudando a crear una cultura del bienestar, no con base en cosas materiales que después se acumulan en mares, en ríos o basureros, sino en aprender a vivir de otra manera utilizando el conocimiento”.
En entrevista, la funcionaria señaló que actualmente la humanidad vive problemas medioambientales a los que no se había enfrentado antes, y que a través del conocimiento científico que se genera en las instituciones educativas del país podemos resolverlos en gran medida: “Las universidades cuentan con las especialidades necesarias para estudiar las normas que nos faltan, cómo se pueden hacer mejor las construcciones, cómo se puede utilizar mejor la energía, cómo producir mejor la comida y no desperdiciar los alimentos, etc.”, dijo.
Enfatizó la necesidad de crear, desde las universidades, una cultura del cuidado al medioambiente entre las nuevas generaciones y que sean los estudiantes quienes se organicen para separar la basura, que no desperdicien el agua, que carguen su vaso y recipientes para la comida: “Con medidas de este tipo podemos aprender a vivir de otra manera, sin necesidad de tanto desperdicio y despilfarro”.
Sobre el tema del cuidado ambiental en los planes de estudio, la titular del INEC señaló que “el cambio climático no puede ser sólo un parche en la currícula, ya que es importante implementarlo de manera integral en las carreras y crear una cultura que permita a los estudiantes, desde el nivel de preparatoria, conocer los recursos naturales del planeta y de sus respectivas localidades.
En todas las carreras, añadió, “se necesita gente trabajando sobre cambio climático y la transición energética que busca el país, así como en los cambios que se deben hacer en términos de los químicos que se utilizan, de las plantas que se siembran, de las casas que se construyen; de cómo administrar empresas para que no sean las grandes derrochadoras, sino que puedan ser pequeñas empresas comunitarias trabajando con economías circulares”.
También habló sobre la importancia de trabajar coordinadamente las instituciones de educación superior con las instancias gubernamentales que atienden el tema del cambio climático: “Sería interesante que investigadores universitarios realicen sabáticos en el INEC, por ejemplo, y que aprendan sobre la toma de decisiones y políticas públicas utilizando sus conocimientos, que trabajen en proyectos de investigación y generen los conocimientos necesarios que nos permitan tomar las decisiones correctas”.
Finalmente, Martínez Arroyo resaltó que Colima, desde sus costas hasta el Volcán de Fuego, es un estado que cuenta con una importante cantidad de recursos naturales que se deben rescatar: “No pueden dejar que se los lleve la negligencia o las grandes compañías que no les importa cómo quedan los recursos, porque después nada más cambian de estado. Los colimenses tienen mucho trabajo por hacer y tienen todos los recursos para llevarlo a cabo”.