*Alexis Solís, de Ingeniería Química Metalúrgica de la UdeC, participó tres meses en el Deep Underground Neutrino Experiment (DUNE), el cual busca conocer la evolución del Universo.
Alexis Solís Ceballos, estudiante de Ingeniería Química Metalúrgica en la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de Colima, participó recientemente en una estancia de tres meses en el Fermi National Accelerator Laboratory (Fermilab) de Estados Unidos, donde un grupo de científicos de todo el mundo explora las altas energías para responder preguntas fundamentales que ayudarían a entender mejor cómo funciona el universo.
Este joven fue uno de los tres estudiantes de la UdeC, junto con Miriam Montaño y Diego Ibarra, que participaron en uno de los proyectos del Deep Underground Neutrino Experiment (DUNE), el cual analiza las partículas más abundantes en el universo, llamadas neutrinos, mediante detectores y equipo de última generación, lo que podría permitir a los científicos entender mejor el papel de estas partículas en la evolución del universo.
Para Alexis Solís “fue une experiencia increíble e inolvidable”, pues no sólo le permitió poner en práctica lo aprendido en el salón de clases, sino que además conoció otras áreas de la ciencia: “Me dio nuevas expectativas de lo que quiero hacer. Por el momento, tengo pensado hacer una maestría en ingeniería química relacionada con energías renovables. La quiero hacer fuera de México, ya hice los exámenes y tengo opciones en Canadá, Estados Unidos y Alemania”, contó en entrevista.
En el Fermilab, agregó, “me involucré en tres líneas de trabajo: la primera de ellas consistía en un estudio termodinámico basado en modelos semi-empíricos para estimar la solubilidad del Xenón en Argón líquido, ya que se considera una alternativa viable para mejorar la detección de luz en el Detector Lejano DUNE. Además, el Argón líquido, por sí solo como medio de detección, tiene una emisión de luz a 128 nanómetros (nm) que resulta difícil detectar”.
Entonces, agregó, “la unión de ambos elementos da como resultado un incremento en la longitud de onda que se emite hasta 175 nm, siendo adecuada para ser registrada por los actuales detectores. También se realizó un análisis similar donde se estimó el parámetro de solubilidad de Hildebrand para hexano, ciclohexano y desplazadores de longitud de onda hechos de tetrafenil butadieno (TPB) y para-Terfenilo (pTp), con el objetivo de comprender su solubilidad en Argón y Xenón líquido”.
La segunda línea de trabajo fue que se tenía en mente realizar un experimento a escala en un criostato (aparato que ayuda a mantener bajas temperaturas), para lo cual se diseñó un soporte en Fusión 360 para contener un tubo fotomultiplicador (PMT) y una fuente radiactiva. Aquí, recordó, el propósito era llevar a cabo un experimento de dopaje (introducir en un semiconductor impurezas con el fin de modificar su comportamiento) con xenón de LAr (Argón Líquido)”.
Finalmente, dijo, “la tercera línea fue determinar la actividad de xenón (Xe-127), lo cual se realizó por medio de un detector de germanio de alta pureza (HPGe), pero como se desconocía la geometría (diámetro, altura) de su cristal de Ge dentro del equipo, se usaron además dos fuentes radiactivas (Cs137 y Ba133) como parte del procedimiento de calibración del HPGe”.
Para el alumno, que cursa el último semestre de la carrera, su estancia en Fermilab no sólo se redujo a hacer ciencia, pues también convivió con otras formas de pensar: “Quisiera que todos mis compañeros tuvieran la oportunidad de vivir esta experiencia”.