En el Senado de EE.UU. inicia formalmente el juicio político contra Donald Trump, con la propuesta de que sea en ‘calendario comprimido’
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, propuso un calendario comprimido para el juicio político al presidente estadounidense, Donald Trump, que podría llegar a su fin a finales de la próxima semana si no se presentan pruebas o testigos adicionales.
El plan de McConnell ofrecería un total de 24 horas a los fiscales de la Cámara de Representantes y a la defensa de la Casa Blanca, pero concentrados en dos días, con lo que las jornadas se extenderían hasta la medianoche.
A continuación, habría un periodo de preguntas y respuestas de 16 horas, seguido por un debate y una votación acerca de si se debe considerar pruebas y testigos adicionales.
Los republicanos cuentan con mayoría en el Senado de 53 votos frente a 47, por lo que los demócratas necesitarían el respaldo de cuatro senadores republicanos para rechazar la iniciativa de McConnell y prolongar el proceso con nuevos documentos y testigos.
La presión pasa ahora a un grupo de senadores republicanos moderados, entre los que la prensa estadounidense ha señalado a Mitt Romney (Utah), Susan Collins (Maine), Lamar Alexander (Tennessee) y Lisa Murkowski (Alaska), quienes podrían abrir la puerta a prolongar el procedimiento.
Esta propuesta será sometida a votación el martes, en el arranque formal del juicio político, que está presidido por el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, y donde los 100 senadores actuarán a modo de jurado.
Minutos después de conocerse la resolución, los demócratas criticaron duramente el plan.
“Está claro que el senador McConnell está empecinado en hacer mucho más complicado conseguir testigos y documentos y en apresurar todo el juicio”, dijo Chuck Schumer, el líder de la minoría demócrata en un comunicado.
Los cargos políticos contra Trump fueron aprobados en diciembre por la Cámara Baja, de mayoría demócrata, tras meses de investigación por parte de los legisladores sobre las presiones del mandatario a Ucrania.
El caso se destapó por una queja de un informante a los servicios de Inteligencia después de una llamada en julio entre Trump y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, en que el estadounidense solicitó a Kiev que iniciara pesquisas sobre uno de sus rivales políticos, el exvicepresidente Joe Biden, actual precandidato demócrata a los comicios de este año, y su hijo Hunter por presunta corrupción en ese país.
Según la oposición progresista, Trump condicionó la entrega de casi 400 millones de dólares en ayuda a Ucrania y la programación de una reunión en la Casa Blanca con Zelenski a su exigencia de que Kiev anunciara públicamente que planeaba investigar a Biden
Cuando este lunes se cumplió el tercer aniversario de su investidura, en 2017, Trump se ha convertido en el tercer presidente de la historia del país en ser sometido a un juicio político después de Bill Clinton (1993-2001) y Andrew Johnson (1865-1869), ambos exonerados por la Cámara Alta.
Demócratas critican ‘juicio amañado’
Los siete legisladores demócratas que harán de “fiscales” en el juicio político al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que está previsto que comience este martes en el Senado, denunciaron que se trata de un proceso “amañado”, en respuesta a la resolución de los republicanos para establecer las reglas de lo que se conoce en inglés como “impeachment”.
“Este no es un proceso para un juicio político justo. Este es un proceso para un juicio político amañado. Este es el proceso si no quieren que el pueblo estadounidense vea pruebas”, dijo el jefe de los “fiscales”, Adam Schiff, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, que lideró la investigación previa a la apertura del juicio político.
De esta manera, los demócratas reaccionaban a la resolución publicada el lunes por el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, que proponía una serie de normas para regir este proceso, que tendrán que ser sometidas a votación en el pleno de este hemiciclo, controlado por los conservadores, una vez que se abra el “impeachment”.
Según el calendario sugerido por McConnell, el juicio político podría llegar a su fin a finales de la próxima semana si no se presentan pruebas o testigos adicionales y ofrecería un total de 24 horas a lo largo de dos días a los “fiscales” y a la defensa de la Casa Blanca para exponer sus argumentos, con lo que las jornadas se extenderían hasta más allá de la medianoche.
A continuación habría un periodo de preguntas y respuestas de 16 horas, seguido por un debate y una votación acerca de si se deben considerar pruebas y testigos adicionales.
Schiff subrayó que ahora entiende por qué McConnell no les trasladó el contenido de esa resolución antes, porque “no es nada parecido al proceso empleado durante el juicio político a (Bill) Clinton”.
“El senador McConnell no consultó en absoluto con el senador (Chuck) Schumer (líder de la minoría demócrata en el Senado) sobre el contenido de este texto”, dijo.
En su opinión, el motivo por el que McConnell ha propuesto que las sesiones en el Senado se alarguen hasta altas horas de la noche es porque “espera que el pueblo estadounidense no lo esté viendo”.
Se espera que las audiencias del “impeachment” comiencen a la las 13.00 hora local (18.00 hora GMT) cada día, con lo que las jornadas podrían alargarse hasta las 01.00 (06.00 hora GMT), si hay descansos.
Además, Schiff avisó de que “si el senador McConnell hace el primer juicio político de la historia sin testigos o documentos, no probará que el presidente es inocente, solo demostrará que el Senado es culpable de trabajar con el presidente para evitar que la verdad salga a la luz”.
Trump es el tercer presidente de la historia del país que se enfrenta a un “impeachment” después de Bill Clinton (1993-2001) y Andrew Johnson (1865-1869), ambos exonerados por la Cámara Alta.
El caso se desencadenó por una queja de un informante a los servicios de Inteligencia después de una llamada en julio entre Trump y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, en que el estadounidense solicitó a Kiev que iniciara pesquisas sobre uno de sus rivales políticos, el exvicepresidente Joe Biden, actual precandidato demócrata a los comicios de este año, y su hijo Hunter por presunta corrupción en ese país.
Según la oposición progresista, Trump condicionó la entrega de casi 400 millones de dólares en ayuda a Ucrania y la programación de una reunión en la Casa Blanca con Zelenski a su exigencia de que Kiev anunciara públicamente que planeaba investigar a Biden.