La reina Isabel II ha dado permiso para que su segundo hijo, el príncipe Andrés, “retroceda de las funciones públicas en el futuro previsible” en medio de las críticas sobre su relación con el difunto multimillonario estadounidense, acusado de tráfico sexual de menores, Jeffrey Epstein, ha declarado el mismo príncipe en un comunicado.
El duque de York en este documento, emitido la noche de 20 de noviembre, ha indicado que le había quedado claro que su amistad con el multimillonario había causado una “interrupción importante” en su trabajo como miembro de la familia real.
También ha asegurado que está dispuesto a ayudar a “cualquier organismo de seguridad con sus investigaciones” respecto a las actividades delictivas de Epstein, quien se suicidó el pasado agosto en una prisión estadounidense mientras esperaba a ser juzgado por tráfico sexual de menores.
El sábado pasado, en una entrevista concedida a la BBC, el príncipe Andrés —segundo hijo de Isabel II y octavo en la sucesión al trono británico— negó “categóricamente” haber mantenido contacto sexual con Virgina Roberts, ahora Giuffre, una de las exesclavas sexuales del multimillonario estadounidense Jeffrey Epstein, pero los expertos han tachado sus declaraciones al respecto de “catastróficas”.
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