Revisar que la puerta esté cerrada, una, dos, tres… ¿cuántas veces? Aunque se te haga tarde, algo te obliga a revisar. Sabes que no es necesario, pero no lo puedes evitar. Para alguien con un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), este pensamiento recurrente puede estar relacionada con el control o el orden, pero también con imágenes violentas de cosas que serían incapaces de hacer.
En México más de 3 millones de personas padecen un TOC, esto es lo equivalente a 30 Estadios Azteca o la población entera de Uruguay, de acuerdo a cifras de la organización México Sin Estrés. Sin embargo, 70% de las personas afectadas lo desconoce.
El TOC es un trastorno mental que se caracteriza por ‘atrapar’ a las personas en un ciclo de obsesiones y compulsiones, es decir una serie de pensamientos irracionales que invaden la mente y comportamientos repetitivos, que surgen en un intento por frenar ese miedo, menciona el Dr. Allec Pollard en entrevista con Forbes México.
Una persona con TOC difícilmente podrá huir de sus obsesiones o sus miedos, asegura Pollard. “¿Cómo escapas de la contaminación o de la responsabilidad?. Alguna vez tuve un paciente que le temía a China. ¿Cómo huyes de eso?”.
¿Tengo un TOC o solo soy perfeccionista?
“La palabra clave para diferenciar entre un poco de ‘perfeccionismo’, o cualquier otra manía, y un TOC es ‘funcional’. Todos tenemos nuestros propios rituales, pero eso no significa que todos tengamos TOC o que no sea grave”, comparte el miembro de la Fundación Internacional de TOC (IOCDF por sus siglas en inglés).
Las compulsiones que enfrenta un persona con TOC, alerta Pollard, además de ser desgastantes y consumir mucho tiempo, suelen tener consecuencias nocivas, incluso para terceros.
“A veces, en un intento por sentirse mejor, terminan haciéndose más daño o poniendo en riesgo a otras personas”, menciona.
Víctimas silenciosas
De acuerdo a la IOCDF, las obsesiones pueden ir desde la contaminación o la exactitud, dos de los más populares, hasta los ‘malos pensamientos’ o el miedo a lastimar a alguien.
Por ejemplo, las mujeres que sufren TOC posparto viven con pensamientos aterradores como la idea de lastimar intencional o accidentalmente a su recién nacido. Este tipo de TOC, menciona Pollard, es uno de los menos reportados debido a la vergüenza y culpa que genera en las madres.
“Todos tienen malos pensamientos, son casi como basura mental… tu cabeza necesita liberarlos. La diferencia con las personas con TOC es que le temen a estos pensamientos y que los interpretan como algo peligroso, una verdad, sobre ellos mismos”.
Además de la importancia de aumentar la consciencia sobre el TOC, Pollard destaca que la capacitación especializada es fundamental. Sin embargo, en México hay muy pocos especialistas que están preparados para tratarlo. “Somos menos de 30”, advierte Liz Basañez, creadora y directora general de México sin Estrés.
“En México ha surgido una moda de tratamientos para pacientes con TOC, incluso el ‘coaching’. Sin embargo ninguno incluye la terapia adecuada”, asegura Basañez.
Recientemente, México sin Estrés y la fundación impartieron por primera vez en la CDMX el entrenamiento oficial del IOCDF, el Behavioral Therapy Training Institute (BTTI), un curso de capacitación especializada e intensiva de tres días enfocado en Terapia de Exposición y Prevención de Respuesta.
Con información de Forbes México.