*Martha Chávez, directora de la FAyD, destacó la participación de los profesores universitarios durante este encuentro, donde contribuyeron al debate nacional sobre la dirección que debe tomar la política pública en el tema de la vivienda.
Con el fin de aportar desde la academia a la construcción del Programa Nacional de Vivienda, la Universidad de Colima participó en días pasados en el Foro Regional de Occidente organizado por la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (SEDATU), en la Ciudad de Guadalajara, evento al cual acudieron el profesor investigador de la Facultad de Arquitectura y Diseño (FAyD), Carlos Esparza y la directora de dicho plantel, Marta Chávez González.
En entrevista, Chávez González informó que también participaron, representando a diversas instancias, algunos profesores de la FAyD, como Pedro Ureña Moctezuma, actual director del Instituto de Suelo Urbanización y Vivienda (INSUVI); Liliana Juárez Martínez, directora de Planeación y proyectos del INSUVI; Juan Carlos Castañeda Ortiz, quien acudió representando al Colegio de Arquitectos del Estado de Colima, así como el director de la Facultad de Ingeniería Civil de la UdeC, Alfredo Sánchez Alejandre.
Durante el foro, dijo Martha Chávez, se tomó como punto de partida un documento elaborado por la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI) en el cual se presentaron cuatro estudios de caso a las mesas de trabajo en que participaron académicos, funcionarios municipales y estatales, investigadores y desarrolladores de vivienda, cada uno aportando desde su campo de acción. “El objetivo a través de estos casos fue que, no solamente se hablara de algunas soluciones que ya sabemos, sino que fuéramos más allá, con nuevas propuestas en situaciones específicas”.
Uno de los problemas planteados en este encuentro fue el costo del suelo en las ciudades, pues los terrenos más baratos se encuentran en las zonas más alejadas de la urbe y esto duplica los costos y tiempos de traslado para las personas que obtienen su vivienda en dichos lugares.
En este sentido, se propusieron en su mesa de trabajo esquemas para recuperar la vivienda desocupada o inconclusa, ya que en las zonas ampliamente consolidadas, como por ejemplo el centro de Colima, existen casas que permanecen muchos años sin terminar, y ante la facilidad de obtener un crédito para vivienda nueva, la gente prefiere irse a vivir a otra parte si no se le ofrecen alternativas para su vivienda inconclusa.
“Propusimos que los créditos que se otorgan, en vez de que sean para casas nuevas, sean para vivienda sin terminar. En los estudios que hemos realizado en la Facultad, hemos encontrado muchísimas viviendas de ese tipo, sobre todo en las colonias populares”.
Los universitarios propusieron también, dijo Chávez González, rescatar sistemas de construcción tradicionales como el adobe o el bajareque, y otros novedosos como el bambú, empezando por implementar la normativa para construir con dichos materiales y que se incluyan en los reglamentos de construcción y zonificación. “Se habló mucho de la importancia de dar asesoría técnica en estos temas, incluyéndolos más a fondo en las escuelas de arquitectura de las universidades, ya que son sistemas mucho más económicos”.
Además, dijo que otro tema en la discusión fue la importancia de tomar en cuenta la diversidad que existe actualmente en los tipos de familia, pues se siguen construyendo viviendas con el concepto tradicional de padre, madre e hijos, y de acuerdo con el INEGI, detalló, existen actualmente en México once distintos tipos de familia con sus necesidades específicas.
También hablaron de un esquema en el cual se puedan cambiar las viviendas, ya que una pareja joven con hijos pequeños, en 30 años probablemente ya viva sola, los hijos vivirán en otro lugar, y no necesitan una casa con tres o hasta cuatro recámaras. “Lo que planteamos es que se tenga en cuenta el ciclo de vida de las familias y que además se pueda adaptar al tiempo en el que se pagan los créditos para vivienda”.
Otro tema abordado fue la importancia de crear mecanismos más efectivos para que la investigación que se realiza en las universidades y en los centros de investigación, se vincule a las políticas públicas y llegue también a los desarrolladores de vivienda. “Lo que ha ocurrido anteriormente es que la investigación se queda en los archivos de la institución que la financia (por ejemplo el CONACYT), o de la misma CONAVI, pero no se le da seguimiento; cumplimos con generar nuevo conocimiento, pero no se instrumentan los mecanismos para que trasciendan las propuestas”.
Finalmente, Martha Chávez destacó la participación de los profesores universitarios durante este encuentro, pues contribuyen al debate nacional sobre la dirección que debe tomar la política pública en el tema de la vivienda y aseguró que la UdeC quedó muy bien representada durante este encuentro. “Creo que hay que destacar el valor y la calidad de nuestros egresados, quienes ocupan distintos espacios, y aunque vayan representado otras instancias se siguen reconociendo como egresados de la Universidad de Colima”.
Por su parte, el profesor Carlos Esparza comentó que le tocó trabajar en la mesa seis con tres temas principales, siendo el primero de ellos la disponibilidad de servicios, que consiste, detalló, en asegurar la disponibilidad para infraestructura, equipamiento de servicios de las viviendas y de su hábitat.
“Propusimos –dijo– que se manejen rangos o candados para que los desarrolladores de vivienda puedan municipalizar los fraccionamientos después de cierto periodo de tiempo y evitar una prolongada longevidad, que en ocasiones se llega a dar en los trámites, ocasionando que dichos fraccionamientos no se municipalicen aunque ya están habitados; entonces empieza el deterioro de los servicios y después de la misma zona habitacional”.
En el tema de la accesibilidad, señaló que se refiere a contar con una oferta de opciones para grupos vulnerables, y en el caso presentado a los académicos por parte de la SEDATU se abordó el sector de los migrantes. “Se propuso que se pudiera formar un fondo federal para la construcción o adquisición de vivienda vertical, dentro de la cual se pudieran buscar esquemas de arrendamiento para los grupos de migrantes, no de venta, porque eso ya implicaría otras situaciones políticas y legales, pero sí de arrendamiento temporal”.
Finalmente, comentó, el tercer tema giró en torno a la adecuación cultural, sobre todo en los aspectos de respeto a la diversidad cultural, la adaptación de los espacios y del medio ambiente, siendo el caso hipotético presentado a los participantes el de unos jóvenes que tienen su propio terreno en zonas rurales, pero siempre se les plantea, dentro del programa nacional de vivienda, construir un prototipo urbano y con materiales urbanos.