Las inundaciones causadas por lluvias aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades infecciosas entre la población, por lo que la Secretaría de Salud y Bienestar Social hace la recomendación para realizar algunas medidas preventivas que protejan su salud.
La dependencia señala que las personas expuestas por varios días al agua estancada, pueden contraer enfermedades como la diarrea, la fiebre tifoidea, hepatitis A, tétanos, gripe y neumonía, así como dengue o leptospirosis, cuyos principales síntomas son fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, articulares y óseos.
Por ello, el Departamento de Promoción de la Salud recomienda seguir ocho pasos para proteger la salud, comenzando por usar agua embotellada, hervida o desinfectada para beber, y lavarse las manos, preparar alimentos, lavar trastes y cepillarse los dientes.
Otros pasos a realizar son comer productos enlatados o que estén en frascos de vidrio sellados (limpiarlos antes de abrirlos); mantener los alimentos en lugares limpios, secos y frescos, y lavarse las manos con agua y jabón antes de preparar alimentos y hacer actividades de limpieza.
Además, utilizar los lugares destinados para ir al baño; no dejar que los niños jueguen en lugares donde haya agua de la inundación, y si existen animales muertos o comida en mal estado, enterrarlos cubriéndolos con cal.
En todo caso, si la población presenta debilidad, ojos rojos y comezón, heridas, vómito, diarrea o náuseas, catarro y tos, ¬fiebre o calentura, ronchas y comezón, dolor de cabeza y muscular, sugirió acudir al médico o centro de salud más cercano para una adecuada atención.
La Secretaría de Salud reporta que al momento no se han representados casos de padecimientos derivados de la contingencia que causó el huracán Lorena; sin embargo, se tienen en Manzanillo cuatro brigadas médicas enviadas por el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece) y la Unidad de Comando Estatal para la Seguridad de Salud, a fin de mantener la atención médica preventiva.
De la misma manera, el Sistema Estatal de Vigilancia Epidemiológica y la vigilancia sanitaria se mantienen atentos para detectar, atender y controlar cualesquier riesgo que se presente para la salud pública.