*El académico colombiano Julián Loaiza estudia a la juventud de aquel país, así como los factores que la orillan a prácticas riesgosas como el narcotráfico.
Julián Loaiza de la Pava, académico de la Universidad de Manizales, Colombia, y quien participó en el VI Seminario Internacional sobre Estudios de la Juventud en América Latina, que tuvo como sede la Universidad de Colima, habló en entrevista acerca de una investigación que ha realizado con los jóvenes en Colombia.
Comentó que con ellos ha trabajado en el tema de la paz, pues en Colombia eso es fundamental; “pero pensando la paz no como una estrategia del Estado o de los grupos rebeldes contra el Estado, sino como un ejercicio cotidiano de aparición en el mundo de lo público para construir otras alternativas distintas a las impuestas hegemónicamente por la violencia o por Estado”, precisó.
Los jóvenes, dijo, “no necesariamente se postulan a candidaturas de representación local o de departamento, sino que actúan en la construcción de posibilidades cotidianas en su barrio o con sus amigos, para transformar las condiciones básicas en tales escenarios públicos”.
El investigador comentó que, en su país, estudió a los jóvenes que participaban en los procesos de violencia y encontró que muchos se vinculaban a prácticas de narcotráfico: “Muchos jóvenes se preparaban en estos escenarios para ser sicarios al servicio de las bandas del narcotráfico o como expendedores”, enunció.
“En algunos estudios se ha analizado que, con la aparición del narcotráfico, el futuro no existe. Y cuando no hay futuro no hay política; cuando no hay proyecto es muy difícil hacer política. Lo que decían los muchachos es: ‘mejor ser rico por un día que pobre para toda la vida’; entonces, prefieren prácticas como las vinculadas al narcotráfico, en las que les pagaban una cierta cantidad de dinero aunque pudieran morir. En América Latina, durante mucho tiempo se estudiaron las juventudes vinculadas a esto”, agregó.
Julián Loaiza señaló que hoy en día se estudia la idea del juvenicidio, es decir, “las formas hegemónicas de hacer morir a los jóvenes de distintas maneras, no sólo porque fallezcan sino también por empobrecimiento y por discriminación”.
Agregó que el juvenicidio es una categoría que se ha discutido como las maneras en que los jóvenes no tienen un lugar en el mundo contemporáneo, esto es, “que no aparezcan en el espacio público”.
Por último, dijo que ha concluido que “existe una forma sistemática de hacer morir a los jóvenes que están en disidencia de las formas hegemónicas establecidas por el capitalismo, por el neoliberalismo en su forma política y económica, y que todo aquél que está en los márgenes se reprime, se le hace morir”.