- En 2018, el Seguro Social atendió a 6 mil 266 personas por presencia de piojos y liendres
Al tener sospecha de presencia de piojos y liendres en niñas y niños es necesario acudir a la Unidad de Medicina Familiar para contar con un tratamiento eficaz y probado que no represente alguna alteración en la salud de los menores, señaló la doctora Fabiola Rosalinda Villegas Navarro,coordinadora de Programas Médicos en la División de Medicina Familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Informó que el IMSS cuenta con un protocolo de diagnóstico y tratamiento para la pediculosis, que contempla la revisión tanto al infante como a sus papás, así como la prescripción de un procedimiento a base de benzoato de bencilo e indicaciones de higiene por tres días consecutivos.
Indicó que de confirmarse el diagnóstico, se debe informar a la escuela para evitar que se propague más allá del salón de clases.
Tan sólo en 2018, el Seguro Social atendió a seis mil 266 personas por pediculosis; los grupos de edad con mayor número de casos fueron los niños menores de cinco años con 2 mil 957, y los que se ubican entre los cinco y nueve, con mil 227.
La especialista del IMSS detalló que las indicaciones médicas específicas se darán de acuerdo con el perfil del paciente, pues se valora si es apto para el uso de algunas sustancias o si éstas pueden generar contraindicaciones.
En este sentido, subrayó que aun cuando puede considerarse un problema del dominio público, es muy importante no automedicarse ni usar tratamientos caseros o seguir recomendaciones empíricas que pueden causar daños a la salud.
En ningún caso, dijo, se debe usar insecticida, petróleo o gasolina para eliminar los piojos y las liendres, porque son sustancias tóxicas que se absorben a nivel de piel y pueden condicionar problemas mayores.
La doctora Villegas Navarro explicó que la pediculosis es una parasitosis externa inducida, ocasionada por el Pediculus humanus, que se aloja en la piel del cuero cabelludo.
Agregó que esta ectoparasitosis puede atacar a cualquier persona, pero en los lugares donde hay mayor aglutinamiento y contacto entre sí, la posibilidad de padecerla se incrementa, por lo que niñas y niños en edad escolar, de entre cinco y 15 años de edad, son los más frecuentemente afectados.
Recomendó que para prevenir este padecimiento los niños usen el cabello corto y las niñas lo lleven recogido, esto dificulta que el parásito penetre en sus cabezas.
Los síntomas inician con mucho prurito y picazón constante, que al rascarse, genera excoriaciones en el cuero cabelludo, lo que puede lesionar la piel e infectarla causando irritación, expuso.
Explicó que las liendres son los huevos de los piojos y se quedan fijas en el cabello a una distancia de entre 0.5 cm y 1.0 cm antes de la raíz en la región occipital (nuca) y retroauricular (atrás de las orejas) del paciente.
Descartó que la enfermedad tenga que ver con falta de higiene, el piojo busca una cabeza limpia porque requiere oxigenación, cuando no hay condiciones, el parásito migra a otro huésped.
El contagio, afirmó, es de cabeza a cabeza o por compartir objetos personales como peines, ligas, adornos para el cabello, gorras, sombreros, bufandas o bien por usar la ropa de cama o almohadas de una persona infectada.
Incluso, en los muñecos de peluche, los areneros para juegos de niñas y niños pequeños o las albercas, se puede dar la contaminación, destacó.
La doctora Villegas Navarro, señaló que el ciclo de vida del parásito es muy largo, porque un piojo hembra dejará liendres que se convertirán en piojos, generando un círculo vicioso que puede tardar mucho en eliminarse, por lo que el retiro de estos huevecillos debe hacerse de forma manual.