- Es recomendable que las mochilas tengan correas anchas y acolchonadas, de preferencia con cincho a la cintura; y que el niño solamente la cargue 15 minutos
En este regreso a clases, que inicia el próximo 26 de agosto, las mochilas escolares de las niñas y los niños deben ser ligeras, con correas anchas y acolchonadas; de preferencia con cincho a la cintura y que quede cinco centímetros por encima de la cintura de los menores, recomienda el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La jefa del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital General de Zona número 197 en Texcoco, Estado de México, Ruth Jeannette Padilla Torres, señaló que con la finalidad de cuidar la salud del menor, el peso de la mochila que carga sea menor al 15 por ciento del peso corporal del infante.
Explicó que en el momento de echarla a la espalda se tienen que usar ambas correas para repartir equitativamente su peso.
Por ello, indicó, es necesario que los padres de familia presten atención en la mochila y en la carga que las niñas y los niños llevan consigo.
Agregó que se debe ayudar a que el menor mantenga una postura correcta al cargar, con la columna recta y si se trata de recorridos mayores a 15 minutos, auxiliarlo para llevar los útiles escolares.
La especialista en medicina de rehabilitación pediátrica resaltó la importancia de que se practique algún deporte de forma regular para fortalecer los músculos de espalda, hombros, regiones dorsal y lumbar, lo que ayuda a compensar con músculos más fuertes para la carga de peso.
Además de que solamente transporten en la mochila los libros y cuadernos que necesiten para trabajar durante el día, no llevar todas las asignaturas, detalló la especialista del Seguro Social.
La jefa del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital General de Zona número 197 en Texcoco, Estado de México señaló que un peso mayor provoca que siete de cada 10 menores sufran dolores antes de los 16 años de edad, principalmente en cuello, espalda y rodillas, a causa de defectos en la postura.
A largo plazo, dijo, estos problemas pueden desencadenar afectaciones a la salud como escoliosis, cifosis y lordosis que afectan la funcionalidad de la columna vertebral.