Un joven falleció de cáncer a los 25 años. 15 minutos después, el perro que lo acompañó en la enfermedad, también.
Stuart Hutchison, un residente de Clackmannanshire, Escocia, falleció a los 25 años tras perder la lucha contra el cáncer. Apenas 15 minutos después, Nero, su bulldog francés que lo acompañó desde que fue diagnosticado con un tumor cerebral en 2011, también perdió la vida.
El joven había sido sometido a numerosas cirugías y tratamientos con quimioterapia sin ningún éxito. Para 2014 los médicos le informaron que el cáncer comenzaba a extenderse a sus huesos y pelvis. Desde ese momento su salud empeoró considerablemente hasta que el pasado 11 de agosto perdió la batalla.
El perro acompañó a su dueño durante toda su lucha contra el cáncer
No habían pasado ni 15 minutos cuando Nero, el perro de Stuart, también murió inesperadamente. Según narró la madre del joven, Fiona Conagham, este falleció a las 13:15 horas, y Nero a las 13:30, dejando un hueco todavía más grande en la familia.
“Ingresó en el hospital para comenzar la quimioterapia a finales de 2018 y luego se realizaba exámenes cada tres meses. En un escaneo en marzo dijeron que la quimioterapia estaba funcionando”,Fiona Conagham, madre del fallecido.
La mujer profundizó en la historia, afirmando que Stuart tenía otra mascota de cuatro años, pero que Nero, sin embargo, era el que siempre estaba con él. De este modo su esposa Danielle terminó destrozada al haberlos perdido a ambos el mismo día.
Nero murió inesperadamente, como si su misión hubiera terminado
Pese a la enfermedad, el joven intentó vivir realmente, incluso se casó a los 22 años y vivía con su familia en Clackmannanshire. No obstante, en junio del 2014 le empezó a doler mucho el brazo y luego de un chequeo, los doctores confirmaron que el cáncer se había apoderado de todo su cerebro.
Cuando aceptó que la enfermedad lo estaba consumiendo y que había llegado el fin, pidió a su pareja que lo condujeran a casa porque deseaba morir allí. Su salud inestable preparó a sus familiares para lo peor, pero lo que no esperaban era la muerte del perro. “Todavía es un shock y un trauma”, reconoció Danielle.