*VI Jornada Académica “Gestión y reducción del riesgo de desastres: amenazas regionales y entornos sociales”.
La sustentabilidad y la resiliencia son ahora elementos integrados en la gestión integral del riesgo de desastre, afirmó Enrique Guevara Ortiz en el marco de la VI Jornada Académica “Gestión y reducción del riesgo de desastres: amenazas regionales y entornos sociales”, que realizó la Facultad de Ciencias de la Universidad de Colima.
Después de un desastre, la reconstrucción, dijo el director del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), “debe ser de manera sustentable y resiliente; es decir, no volver a construir igual si se cae un puente, pues en unos años volverá a hacerlo”.
Este abordaje, dijo Guevara Ortiz, “es un concepto reciente en Naciones Unidas llamado Build Back Better (BBB), y significa reconstruir mejor o una reconstrucción resiliente”.
Según un documento de la Conferencia Mundial sobre Reducción del Riesgo de Desastres en Japón 2015, citó, “las Naciones Unidas abogan por la restauración de comunidades y activos en una manera que los haga menos vulnerables a los desastres y fortalezca su resistencia”.
Agregó que en las últimas tres décadas de existencia del Sistema Nacional de Protección Civil, no existe todavía un desarrollo territorial urbano que considere el riesgo de desastres; “tampoco hay una planeación ni autorregulación de planes y programas de desarrollo”. Mientras tanto, comentó, aumentan los fenómenos hidrometeorológicos en condiciones de vulnerabilidad y hay poco personal en la Escuela Nacional de Protección Civil de CENAPRED.
Añadió que la protección civil nace reactiva y con enfoque preventivo, “pero ahora ha quedado inmersa en la gestión integral del riesgo con la evolución de sus instrumentos y mecanismos”. Al respecto, comentó que la Ley de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México ya sumó a uno de sus párrafos el concepto de gestión integral del riesgo de desastre.
Asimismo, explicó que entre todos, sociedad y gobierno, “debe definirse un modelo de intervención para reducir permanentemente el riesgo de desastres; debe ser parte de la planificación y del desarrollo sostenible, con la participación y evaluación de todos y con la toma de decisiones basada en el conocimiento del riesgo y cómo se construye socialmente”.
“El cambio de visión en materia de desastres en México requiere políticas públicas trasversales en todos los sectores y órdenes de gobierno, así como fortalecer la gestión local del riesgo desde la comunidad, y fortalecer también las capacidades operativas del sistema nacional de protección civil para dar respuesta efectiva ante las emergencias y desastres, así como el conocimiento del riesgo”, precisó.
Para finalizar, reiteró las ideas generales en esta materia: “Los desastres son un problema social, no natural, y están vinculados con el desarrollo. Los riesgos que no se gestionan se traducen en desastres; son una condición latente que todavía no sucede y en la que podemos intervenir sobre sus causas. Si nos esperamos, si no atendemos sus causas, sólo nos dedicaremos a las consecuencias, por ello debemos enfocarnos en el riesgo”, concluyó.